Un día después de conocerse la sentencia absolutoria del secretario general insular del PSOE, Blas Acosta, en el caso Gesturpa, el líder de los socialistas majoreros reconoce que recibe esta sentencia “con satisfacción contenida y no siento rencor ni tengo espíritu de revancha”. Unas declaraciones realizadas en la sede de la formación, en Puerto del Rosario, donde estuvo arropado por buena parte de la familia socialista majorera.
Para el también viceconsejero de Economía del Gobierno de Canarias es un día importante porque se ha reconocido la inocencia, que siempre ha sostenido, en una sentencia que “ha quedado bastante clara y que recoge la manifestación de los peritos de parte que dijeron que jamás hubo administración desleal en esta empresa pública…nunca ha habido desvío del dinero público”, recalcó.
Más de una década ha transcurrido desde la interposición de la denuncia hasta la fecha, ha sido un proceso muy largo y farragoso durante el que Blas Acosta, reconoce, ha sufrido “muchos disgustos y sinsabores”.
Pero lo peor, confesó, ha sido el impacto que ha provocado en su familia a pesar de haber seguido siempre, recalcó, las indicaciones de los funcionarios y con el objetivo puesto en el interés general, “nunca en beneficio propio”.
Ha sido sometido, asevera, a la “pena del telediario” por quienes han proferido opiniones y acusaciones públicas “que me condenaban antes del juicio y la sentencia”. A pesar de todo “en ningún momento (la situación) ha condicionado mis decisiones de gobierno ni mi buen juicio”.
Además, aseguró comprender que “forma parte de la obligada rendición de cuentas que se debe asumir como cargo público y he confiado pacientemente en la justicia y al final he obtenido justicia”.
También tuvo palabras de agradecimiento para aquellas personas “que hoy se alegran” y que durante todo este tiempo, y a pesar de las circunstancias, le han ofrecido su apoyo.
Ahora, confía en que con esta sentencia salga reforzada su imagen pública y pueda concentrarse en lo que realmente le apasiona: mejorar la vida de la ciudadanía de Fuerteventura.
En esta línea, recordó que es el candidato oficial del PSOE a la Presidencia del Cabildo de Fuerteventura y que continuará “trabajando con honradez como siempre lo he hecho y sacar a la Isla adelante”.
Puso por ejemplo, precisamente, la labor desarrollada por la empresa pública de vivienda de Pájara, cuya gestión se ha sometido a juicio, Gesturpa. Una entidad que los socialistas asumieron en 2003, cuando ganaron las elecciones, “que se cogió con deuda de más de 2 millones 700.000 euros y se entregó con beneficio”. Además, prosiguió, se construyeron 398 viviendas públicas, centros de salud y guarderías públicas.
Ahora, el objetivo, marcó, será “intentar recuperar Fuerteventura”, desde el punto de vista de liderazgo, de gestión y de planificación.