¿Está Fuerteventura preparada para un nuevo Covid?
Representantes de AFFA, ASOMASAMEN, ODESOCAN y la Misión Cristiana Modera ofrecen su visión sobre el impacto de la pandemia en Fuerteventura y la necesidad de reforzar el sistema público, entre otras cuestiones
Este viernes 14 de marzo se cumplen cinco años desde que España decretara el confinamiento por la pandemia de COVID-19.
Para analizar qué ha cambiado desde entonces, invitamos a representantes de varias entidades del tercer sector en Fuerteventura a una tertulia en el programa La Voz de Fuerteventura en Radio Insular donde se dio cuenta de la labor de estas entidades que atienden en la Isla a más de 12.000 personas. Teresa Cabrera, Juan Gutiérrez, Emma Colao y el Pastor Ángel, representantes de AFFA, ASOMASAMEN, ODESOCAN y la Misión Cristiana Moderna, respectivamente, participaron.
Tras la experiencia devastadora, todos los participantes coincidieron en señalar que la pandemia dejó al descubierto las carencias del sistema socio sanitario y la necesidad de apostar por lo público.
Emma Colao, directora del Observatorio de Derechos Sociales de Canarias, recordó que, durante la crisis, la sanidad privada rechazó atender los primeros casos de COVID y que fue el sistema público el que sostuvo la emergencia sanitaria.

También puso de manifiesto el protocolo aplicado en Madrid que, según la Comisión de La Verdad, negó auxilio a 7.291 personas que vivían en las residencias de la Comunidad y que no fueron derivadas a ningún centro hospitalario a pesar de la gravedad de la situación. Solo tuvieron opción de salvar la vida, quienes disponían de un seguro privado.
Ahora, transcurrido un lustro, y a pesar del aumento de presupuesto en sanidad en Canarias, recalcó, “Canarias sigue apostando por una sanidad que concierta con lo privado en lugar de reforzar lo público”.
Para Colau, “se están sustituyendo derechos sociales por tratamientos”, haciendo alusión a los datos que indican un elevado consumo de antidepresivos en el archipiélago fruto, destacó, “del fracaso del derecho social”.
En Canarias se consumen 791 antidepresivos por hora, subrayó, “no se soluciona la vida con pastillas, se soluciona garantizando derechos”.
El tercer sector, un pilar sin recursos suficientes
Las entidades sociales fueron clave en la pandemia, ¿qué hubiera ocurrido si no hubieran existido?, preguntan. Sin embargo, los colectivos siguen haciendo frente a la financiación inestable, falta de apoyo institucional en muchos casos y la necesidad de cubrir con voluntariado lo que debería ser responsabilidad pública.
Teresa Cabrera, representante de AFFA, que trabaja con personas con Alzheimer y otras demencias en Fuerteventura, fue contundente: “Nosotros no jugamos a la petanca. Si cortamos dos meses de servicio, no es un juego, es la vida de personas que dependen de nuestra atención”.
Por su parte, Juan Gutiérrez, de la Asociación Majorera por la Salud Mental, ASOMASAMEN, destacó que el Cabildo está avanzando en la atención a algunas demandas del tercer sector aunque denunció la falta de compromiso, sobre todo, de los ayuntamientos majoreros.
En la tertulia quedó claro que la pandemia intensificó problemas que ya existían previamente. Colao lo explicó sin rodeos, “no somos la comunidad autónoma más participativa del mundo con 28.000 asociaciones registradas”. Somos la consecuencia de la desnutrición de lo público, recalcó.
¿Y si volviéramos a un confinamiento?
Si la pandemia se repitiera, las organizaciones creen que el escenario sería similar. Algo se ha avanzado pero no lo suficiente. El pastor Ángel, de la Misión Cristiana Moderna, dio cuenta de su propia experiencia personal en la gestión de la migración en tiempos de Covid.
Una época de mucha improvisación que evidenció la falta de recursos y la escasa capacidad de respuesta de la administración que le llevó, incluso, al propio pastor a asumir responsabilidades personales para atender a la población que llegaba en pateras y que tenían positivo en Covid.

El pastor dejó claro que, volver a un confinamiento, “volveríamos a lo mismo porque no hay solución. Con el tema migratorio, con la pandemia… siempre se apaga el fuego, pero no se busca una solución de verdad”.
La única certeza: la solidaridad
A pesar de todo, el tercer sector sigue en pie. “Nos hemos cuidado siempre. En Fuerteventura cuidamos a los que vienen de fuera, a los mayores, a los que necesitan ayuda”. Los responsables de las entidades mantienen la esperanza en un cambio aunque, insisten, sólo queda un camino: cuidar de lo público y a las personas.