Las Dunas de Corralejo se convirtieron este sábado en la imagen del rechazo de Fuerteventura a que la Isla se convierta en una mina a cielo abierto.
Tras el éxito de la movilización de Ajuy, promovida por los vecinos y vecinas del enclave el pasado 7 de abril, el colectivo ha continuado desde entonces recorriendo la isla y sumando alegaciones para presentar y tratar de paralizar los procedimientos relativos a las solicitudes de investigación que Satocán ha presentado en la isla y que afectan a los municipios de Puerto del Rosario, Pájara y La Oliva, sumando un total de 54 Km2.
Este sábado de nuevo, respondiendo a la llamada de la sociedad civil, unas 150 personas se congregaron en las Dunas de Corralejo para formar una gran cadena humana y expresar su firme oposición a la propuesta de impulsar la industria minera en Fuerteventura. Una cadena que se formó uniéndose las dos hileras que partían desde dos puntos, los hoteles Riu y Las Agujas.
Previamente, sobre las 10:30h, los asistentes se fueron acercando para asistir al acto informativo donde se dio cuenta detallada del impacto que pudiera suponer el desarrollo de esta actividad.
Los profesores Juan Miguel Torres y Pedro Hernández, expusieron las razones detrás de la movilización y la necesidad de oponerse con firmeza a la actividad minera a cielo abierto en Fuerteventura. Ambos destacaron el grave impacto ambiental y sanitario que podría acarrear este tipo de proyectos, haciendo especial hincapié en la presencia de elementos químicos radiactivos asociados a las carbonatitas.
Torres y Hernández refutaron la afirmación de que los residuos generados por la minería serían inertes y no peligrosos, subrayando que, en realidad, se trataría de residuos peligrosos y radiactivos.
Además, advirtieron sobre las consecuencias a largo plazo de la explotación minera, señalando que, una vez concluida la extracción, la isla quedaría con residuos contaminantes mientras que el procesamiento se realizaría en otras regiones.
También intervinieron las autoridades locales e insulares, con la presidenta del Cabildo de Fuerteventura, Lola García, a la cabeza, invitados por la organización que considera que "es un tema político que tienen que resolver los políticos".
El acto informativo concluyó con la lectura de la poesía de @Figu que pueden escuchar:
Posteriormente, a las 12:00h, los participantes fueron uniendo sus manos tejiendo una gran cadena humana para proteger a la Isla de la barbarie y reivindicar, desde un entorno idílico, que Fuerteventura es un paraíso que no se debe dañar.