En el mes de abril está previsto que comiencen las obras de remodelación en el antiguo CIE de El Matorral para restaurar esta infraestructura militar que, en principio, no se destinará a la migración.
Urge ahora encontrar un lugar para dar traslado a las personas acogidas en el Centro de Acogida Humanitaria. Así lo anunció este lunes, en Radio Insular, el pastor Ángel, referente de Misión Cristiana Moderna que promueve el primer Centro de Atención, Emergencia y Derivación de las Islas Canarias.
De forma paralela, el Ministerio de Migraciones, en colaboración con las administraciones públicas y los colectivos majoreros que trabajan en este ámbito, busca un nuevo emplazamiento para construir un centro de acogida a largo plazo, de grandes dimensiones “que pueda acoger a unos mil migrantes”, explicó el pastor. Se construirá en el término municipal de Puerto del Rosario pero “encontrar la ubicación idónea no es fácil”, confesó.
También se prevé trasladar próximamente la nave Schengen, sita en el muelle capitalino, a otro emplazamiento en las cercanías para atender, desde el primer momento, a las personas que llegan en las pateras.
Son proyectos que se están impulsando desde las administraciones de forma coordinada para mejorar la atención a la población migrante en una isla que en los últimos meses se ha visto desbordada y recurriendo a soluciones de urgencia que no son las más adecuadas.
Los abogados para dar asistencia a los migrantes "a veces no aparecen"
El propio Centro de Acogida Humanitaria de El Matorral no reúne las condiciones mínimas donde vivir. Las carpas habilitadas no combaten el frío y los migrantes reclaman mantas y abrigo, así como más alimento. También denuncian la falta de asistencia médica y jurídica.
En este punto, el pastor Ángel reconoció que los abogados, designados por el Gobierno central para cumplir este cometido, “a veces no aparecen” y existe desatención jurídica.
También falta, a su juicio, mayor fluidez en la comunicación. Los migrantes salen a la calle y evidencian su situación “como una forma de presionar al Gobierno para que autorice el tránsito a sus destinos”.
Es importante que también ellos entiendan, “como hacemos en el CAED”, que en Fuerteventura la gente lo está pasando mal, que hay familias que están siendo desahuciadas de sus casas y que “para reivindicar, las vías son otras”, concluyó.
