El Cabildo de Fuerteventura acordó el desplazamiento temporal de la escultura de la Cabra del Viento dentro de la Granja Experimental de Pozo Negro para mejorar sus prestaciones y la seguridad entorno a esta popular obra, un trabajo del artista majorero Juan Miguel Cubas. La nueva ubicación fue recibida con gran aceptación por las más de 40.000 personas que visitaron la Feria de Agricultura, Ganadería y Pesca de Fuerteventura durante la pasada semana.
El objetivo de este movimiento fue situar la figura en un lugar más elevado y abierto que permitiese una mejor observación y visibilidad de la misma durante la aproximación al lugar, así como desde el interior del propio recinto. El nuevo emplazamiento de la escultura permitió disponer de mayor espacio para el estacionamiento de vehículos y para maniobras de transporte público, junto al acceso al recinto.
A su vez, este nuevo espacio ofrece una mejor panorámica y encuadre para las fotografías de recuerdo de los visitantes. Junto a la obra se colocaron paneles e infografías de la propia obra y de su autor.
Desde la corporación insular informan que la escultura permanecerá temporalmente en esta localización hasta regularizar los expedientes correspondientes para su definitivo emplazamiento en el entorno del Parque Natural del Malpaís Grande.
Mientras tanto, se permitirá el acceso de vehículos a la Granja de Pozo Negro para visitar y fotografiar la obra. De este modo se evitará la parada de vehículos en la vía principal FV-2, como hasta ahora venía sucediendo, y que suponía un peligro para la seguridad de la circulación en la zona.
A la espera del desplazamiento definitivo
La ubicación definitiva de la escultura fue elegida por su autor, Juan Miguel Cubas, y situará este símbolo para los majoreros en el entorno del mirador del Parque Natural de Malpaís Grande, junto a la vía principal.
La zona será habilitada con una mejora de accesos, zona de aparcamiento y un Centro de Interpretación de la cabra majorera. La nueva localización mejorará notablemente la experiencia de visualización y disfrute de la escultura, permitiendo una mejor integración de la misma con los valores naturales de la zona.
El Cabildo mira al futuro con optimismo y espera poder cerrar los correspondientes expedientes reguladores en un plazo inferior a dos años, dada la complejidad del proyecto, al encontrarse este lugar dentro de un Espacio Natural Protegido.