Natalie Morando dirige al grupo de seis chicos y chicas con edades comprendidas entre los 15 y los 40 años que este jueves se subirá a las tablas para escenificar La Leyenda de Anarán. Algunos tienen autismo, otros síndrome de Down; en definitiva diferentes discapacidades motoras y psíquicas que no les impiden disfrutar de la danza.
Es el objetivo de Play and Train que lleva tres años desarrollando este taller de danza inclusiva. Ha sido muy beneficioso para los integrantes del grupo, explicó Natalie en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular. “La iniciativa les ha ayudado a tomar conciencia de sus emociones y de su cuerpo a través de la improvisación y el trabajo en grupo”.
Ahora que queda poco para salir a escena, los nervios están presentes. “Están muy motivados, viven la experiencia con mucho ánimo. Les gusta que vaya gente a verlos y se emocionan mucho; se sienten muy orgullosos”, constató.
Este año han optado por la "La Leyenda de Anarán". Extraído de un cuento escrito por Lorenza Machín que está incluido el proyecto La Habitación Danzante, organizado por la Asociación de la Escuela de Danza de Fuerteventura. “El espectáculo durará 35 minutos y hemos trabajado tanto la improvisación como la creación colectiva”, desveló.
Para Natalie, trabajar con este grupo ha sido una experiencia enriquecedora. "Ellos son mucho más sinceros y honestos en su expresión. Me han enseñado a disfrutar de la danza de una forma diferente, sin buscar siempre la perfección. Es un trabajo que me ha permitido disfrutar y aprender a valorar la danza de una manera más pura y emocional”, subrayó.
La actuación de este jueves es un reflejo del esfuerzo y la dedicación de estos chicos y chicas que han mejorado notablemente en su expresión corporal y emocional. "La evolución ha sido impresionante. Al principio eran mucho más tímidos, pero ahora se sienten aceptados e incluidos en el grupo. Es un verdadero logro y un testimonio de lo que se puede lograr con inclusión y apoyo."
Me han enseñado a disfrutar de la danza de una forma diferente, sin buscar siempre la perfección. Es un trabajo que me ha permitido disfrutar y aprender a valorar la danza de una manera más pura y emocional
Play and Train, además de ofrecer danza adaptada, también promueve otros deportes inclusivos como el surf adaptado. "El trabajo que hacen es grandísimo. Ayudan a estos chicos a sentirse parte de una sociedad que, de otra manera, les costaría mucho más incluirse. Gracias a esta asociación, se sienten parte de una comunidad," concluyó Natalie.