La organización Clean Ocean Project, en colaboración con el Ayuntamiento de La Oliva y otras entidades, promueve la catalogación de Fuerteventura como Reserva Mundial de Surf.
Es la primera vez que desde la Isla se ha realizado la solicitud y ya se ha logrado la clasificación como uno de los cinco mejores lugares del mundo que aspiran a esta distinción.
De momento, hay que esperar a conocer el resultado final ya que únicamente uno de los solicitantes lo conseguirá.
En la pasada edición se optó por North Devon, en el Reino Unido. Cabe destacar que en la Unión Europea, únicamente tiene esta catalogación, Ericeira, en Portugal.
Tras conocerse este `ranking´, el gerente de Clean Ocean Project, Wim Geirnaert, mostró su satisfacción en declaraciones a La Voz de Fuerteventura y anuncia "que de no ganar, en 2024 volveremos a presentar a Fuerteventura".
Para ello, la entidad ya está trabajando y confía en obtener, también, el apoyo del Cabildo de Fuerteventura, con el que la asociación mantiene conversaciones en esta línea, y, además, impulsar un estudio que permita conocer, con datos, el gran impacto que genera este deporte a nivel social, turístico y económico.
Así, anuncia una próxima reunión de representantes “para la aportación de ideas que definan qué sería una Reserva Mundial de Surf en Fuerteventura y cómo se preservaría la isla y sus ecosistemas de surf”.
Olas, un bien a proteger
Geirnaert recuerda que las olas y la biodiversidad de Fuerteventura “son un recurso único y precioso que debemos proteger”. Algo que en la isla, a su juicio, no se está haciendo, por lo que la asociación decidió iniciar el proceso de su catalogación como Reserva Mundial de Surf, explicó, además de llevar a cabo distintas iniciativas como la recogida de firmas en la campaña `Salvar la Bahía de Corralejo´ contra el "mega proyecto" de ampliación del muelle de Corralejo, entre otras.
"SAVE THE WAVES" o proteger las mejores olas
World Surfing Reserves (WSR), o Reservas Mundiales de Surf, constituyen un modelo estándar para preservar, a nivel mundial, las rompientes de olas y las áreas circundantes de un enclave, “mediante el reconocimiento y la protección de sus principales atributos ambientales, culturales, sociales y económicos en determinadas comunidades costeras del mundo”.
El programa insignia “SAVE THE WAVES”, destaca, identifica, designa y preserva proactivamente las olas más sobresalientes, las zonas de surf y sus entornos en espacios marinos y costeros únicos en el mundo.
Por ello, insistió, las Reservas Mundiales de Surf “representan actualmente una red global de reservas de surf administradas, implementadas y protegidas por las propias comunidades locales”.
Wim Geinaert insistió en que el proceso de solicitud para obtener el título Reserva Mundial de Surf “es extenso y competitivo y solo se elige una nueva ubicación cada año. Estar entre los cinco primeros es un gran logro y significa que Fuerteventura y sus diversas olas y ecosistemas únicos son de gran interés para su protección”.
Declarar la isla de Fuerteventura como RESERVA MUNDIAL DE SURF, “representa un hito extraordinario sustentado en dinámicas de desarrollo sostenible y de preservación de la naturaleza para incrementar y reforzar el reconocimiento de la isla a nivel mundial”.
Asimismo, prosiguió, “permitiría demostrar que las dinámicas y la naturaleza de las olas en Fuerteventura no benefician solo a unos pocos sectores de actividad y económicos locales, sino también evidenciaría la relevancia internacional de actividades económicas, culturales, deportivas, económicas y medioambientales de Fuerteventura reforzando su prestigio mundial en un contexto de permanente crecimiento económico en los últimos 20 años”.
La iniciativa cuenta con el respaldo de la Federación Canaria de Surf, Surf Club Mar Azul, AGONANE, Ayuntamiento de La Oliva, Wet Ingeniería Hidráulica y Maritima, Universidad de la Laguna, OBAM y profesionales que han creado su carrera alrededor de la isla y sus olas.