La Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias decidía adoptar medidas cautelares para evitar la demolición del inmueble que hasta ahora albergaba el local de ocio Magma, en la capital. Está ubicado entre los números 13 y 15 de la calle Secundino Alonso, junto al Hospital Parque que ha adquirido la edificación para ampliar sus instalaciones.
La directora general, Nona Perera, respondía así a la solicitud realizada por el historiador Carmelo Torres, del colectivo el Efequén, de proteger esta edificación tanto por el siglo de antigüedad del inmueble, como por los valores patrimoniales, ya que según expuso el doctor en historia tiene condiciones “para ser preservado, por sus materiales, técnicas constructivas y, demás, descritos en la Ley de referencia”.
Torres recogía en su instancia que estando en elaboración el catálogo arquitectónico del municipio “todo apunta a un ejercicio de pura especulación” ya que ante el retraso “injustificado” del catálogo arquitectónico y la inexistencia de un catálogo insular, “se está aprovechando para ir acabando con los, cada vez más escasos, edificios históricos de la capital majorera”.
Por todo ello, solicitó la adopción de las medidas oportunas para preservar el inmueble antes de su definitiva demolición.
Así lo hizo la directora general de Patrimonio del Gobierno de Canarias que mandó paralizar el derribo el pasado miércoles. Sin embargo, a lo largo del jueves, los operarios de la empresa constructora se negaron a recoger la notificación y continuaron su labor en el interior del inmueble.