Priorizar la seguridad, es la máxima que fundamentará la celebración de la edición 10+1 del Festival de Payasos de Gran Tarajal entre el 24 y el 26 de septiembre.
El Ayuntamiento de Tuineje, numerosos voluntarios y los payasos de Hospitrán ya han puesto en marcha la maquinaria para esta edición “que será atípica pero presencial”, explicaron en una entrevista este miércoles en Radio Insular, la edil de Cultura, Nélida Padilla, y el impulsor del festival, Roberto Cabrera, donde expusieron el gran reto que supone impulsar la cultura segura “pero sin perder la magia”.
Por este motivo, desde la organización se valora la posibilidad de crear un macroescenario, al aire libre y vallado, o apostar por pequeños espacios en lugares abiertos y también vallados, “que se conviertan en espacios mágicos, llenos de alegría e ilusión”, recalcó Cabrera.
Para Padilla, lo importante es recuperar la esencia del festival, “apostamos por la cultura, es el alimento del alma, la gente necesita relacionarse y nos pide el Tran Tran”.
Ambos advirtieron de que en esta ocasión se descarta la realización de un gran desfile y habrá que buscar la fórmula para que un año más la ciudadanía se implique. Es el éxito principal de este evento que surgió “tomándonos un par de vinos, en la época de crisis, y viendo que era necesario hacer reír a la gente”, recordó Cabrera.
Así, año tras año se ha convertido en uno de los acontecimientos más queridos de toda Canarias con importante proyección internacional. Incluso en el Festival de Teatro de Calle de Ofida, en Italia, se le otorgó, en 2019, el Premio a la Participación Popular al Tran Tran.
Además, es uno de los pocos festivales del mundo que ha generado una ong, Hospitrán. Permite “que el festival esté presente todo el año en el Hospital General de Fuerteventura” y, además, contribuye a que Gran Tarajal “tenga dos navidades, la Navidad y el Tran Tran”, valoró Cabrera destacando la importancia del evento.
Genera tal expectación e implicación que incluso el canaricultor local, Borja “El Palanca”, bautiza a sus canarios con el nombre de los payasos que participan en el festival.
Todo un orgullo que refleja la intensidad con la que se vive el Tran Tran.