La artesana de Pájara María Hernández recibía con gran emoción la noticia de ser Premio Insular de Artesanía este año. El impacto fue mayúsculo y, reconoce, que al principio no pudo ni hablar.
Ahora, la emoción brota en forma de lágrimas que apenas puede contener ya que este es un año especial. Su padre, habitual acompañante, ya no está entre nosotros y su ausencia duele en estos días especialmente.
Por eso, no tiene duda de que será el destinatario de las palabras que dedicará cuando reciba el Premio; este próximo domingo, en el marco de la XXXIV Feria Insular de Artesanía de Antigua.
La FIA, un encuentro “muy importante”
Ya desde adolescente, con apenas quince años, la artesana comenzó su andadura en la artesanía haciendo escobas, cestas, sombreros… Con los años, su arte se convirtió en su principal actividad profesional y ahora se dedica “todas las horas del día y a veces, también, de noche” a elaborar con sus manos, productos hechos con mimo y cuidado.
Como cada año, María ha preparado con tiempo todos los trabajos que muestra estos días en la Feria.
Una cita “muy importante”, destaca, para los artesanos y artesanas. Es el mayor escaparate “para que la gente vea y conozca tu labor, que hable contigo, se lleve una pieza..Un espacio en el que la gente se acerca, habla contigo y reconoce lo que haces con las manos.
Eso ayuda a cargar pilas”, manifiesta en declaraciones a La Voz de Fuerteventura.
Presevar la técnica, la esencia
La artesana es muy querida y reconocida entre los profesionales y no escatima a la hora de atender a las generaciones futuras. Sabe que cuidar y mantener el legado es importante. Por eso, aunque es consciente de la necesidad de innovar y sacar productos nuevos para llegar a final de mes, como reconoce “hay que preservar nuestras técnicas intactas. La esencia hay que preservarla, la historia de para qué sirven o lo que hay detrás”.
Así, recuerda a su padre, a su abuela, “hablaban de todas las piezas, tienen historias importantes y, al final, es la historia de cada día, de los pueblos relacionados con la agricultura, con la ganadería”.
María Hernández subirá al escenario a recibir el Premio Insular de Artesanía este domingo sin haber preparado todavía el discurso. Tiene muchas ideas, pero, confiesa, le está costando hilarlas.
Finalmente trenzará las palabras como hace con las hojas de palma. Tiene mucho oficio y arte hecho con el corazón.