El próximo 1 de diciembre, el poeta y escritor majorero, Marcos Hormiga, ingresará como miembro honorario en la Academia Canaria de la Lengua.
La ceremonia tendrá lugar en el edificio del Rectorado de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Hormiga se muestra emocionado y asegura, en una entrevista este viernes en el programa La Voz de Fuerteventura en Radio Insular, no saber “si habrá mayor premio”.
Frente a un galardón literario, aseveró, “me quedo con pertenecer como miembro honorario ahí están nombres que sobrepasan la admiración que siento por ellos”.
El teólogo y secretario de la Fundación Manuel Velázquez Cabrera, Felipe Bermúdez, mostró su satisfacción por este reconocimiento a Hormiga y destacó que “estamos en un momento en el que lo canario necesita un apoyo serio y fundamentado”.
A juicio del eterno profesor, la Academia “puede hacer mucho por el habla canaria la forma de hablar el español que hay en Canarias”; es una forma dialectal de hablar el español como el andaluz, el castellano o el chileno.
Una puntualización que quiso hacer para advertir de que “se está produciendo glotofobia, desprecio por el habla canaria”.
Por su parte, Hormiga quiso poner de relieve que la lengua “es, por antonomasia, el vehículo del pensamiento no solo un vehículo de comunicación”. Es, dijo, un ente vivo, las palabras cambian de significado a medida que el tiempo avanza y la Academia está para registrar esos cambios.
Como ejemplos, la palabra `fajana´, que se desconocía por completo hace un par de años salvo en La Palma y hoy, tras la irrupción del volcán, está extendida por el planeta.
De cara a la ceremonia de ingreso en la Academia, Hormiga ya tiene elaborado un discurso que cambia por momentos pero que se centrará, entre otros aspectos, en el vocabulario de los parranderos de la Isla de Fuerteventura y en su singular forma de referirse a las notas.
En la entrevista, también intervino el presidente de la asociación cultural Bienmesabe.org, Manuel Abrante, para poner en valor la figura de Marcos Hormiga, merecedor, como Felipe Bermúdez de otros galardones, como los Premios Canarias. “Marcos y Felipe, están a la altura de estos premios, sin duda”, concluyó.
Miembro honorario de la ACL
Marcos Hormiga Santana (1957) es natural de Puerto del Rosario, Fuerteventura.
Toda su infancia y adolescencia la pasa en la capital majorera. En torno a los catorce años, comienza con la elaboración de una libreta -según el mismo autor: “Afortunadamente extraviada.”- en la que recoge sus primeros poemas. Lector de obras publicadas por Círculo de Lectores, desde muy pronto, se enfrenta a la lectura de novelas como Madame
Bobary, Rojo y Negro, Crimen y Castigo, Cien años de soledad… y a ejemplares tales como Viento del este, viento del oeste, Trafalgar, Bailén…, sacados de la exigua biblioteca pública de Puerto del Rosario.
En ese tiempo se ve atraído por la lectura de poemas con marcado ritmo interno procedentes de libros de texto de Bachillerato: La vaquera de la Finojosa, Marcha triunfal, Elegía a la muerte de Ramón Sijé… A pesar de cursar Bachillerato de Ciencias, en 1975 se matricula en Filología Inglesa en la Universidad de La Laguna. Época contestaria y de continua lectura de todo tipo de textos, literarios principalmente. El contraste de la lectura en inglés frente a la literatura en español, le da cierto bagaje para interiorizar conceptos de estilo, civilización y cultura.
Desde entonces arranca con la elaboración de poemas sueltos bajo la influencia de poetas como Blas de Otero, León Felipe, Pedro Lezcano, Pedro García Cabrera… Ya en Gran Canaria, trabajando en la enseñanza, tuvo la fortuna de coincidir con el poeta Domingo Velázquez, escritores de la Generación de Postguerra así como con representantes de la
Generación Última del Milenio alternados con no pocos creadores, pintores y literatos, emergentes de los años ochenta. En 1987 coincide con Eugenio Padorno, como profesor en la EOI de Las Palmas de Gran Canaria, a quien se atreve presentar unos escritos escogidos. Desde entonces, ejerciendo labor docente, se dedica a escribir y a publicar
cuando se puede.
La interpretación de música principalmente canaria y la palabra impresa procuran, añaden, impulso al quehacer. Tallerista de iniciación a la improvisación, en ocasiones ponente, solista y romanceador, profesor siempre, publica en revistas de literatura como Espejo de paciencia, Calibán, La Plazuela de las letras, …, escribe en libros colectivos, participa en algún que otro congreso vario, produce letras de canciones, hace traducción del inglés al español de viajeros británicos en Canarias y prolonga la afición de escribir poemas.
Últimamente, conjuga narrativa junto a parrandas, talleres diversos, alguna actuación y, como asignaturas pendientes, continúa con lectura cada vez más escogida, recibe clases de guitarra clásica y también de latín.
Fuente: ACL