El Gobierno de Canarias ha suspendido las clases desde mañana miércoles hasta la próxima semana por la ola de calor.
Así lo ha anunciado el consejero de Educación, Poli Suárez, que ha dado respuesta a una demanda que realizaba el sindicato mayoritario de Educación en Canaras, ANPE.
Suárez destacó que el objetivo es "dar seguridad a los niños y niñas de Canarias por lo que las clases se suspenden en la jornada de miércoles y viernes”.
Las altas temperaturas han provocado desmayos y episodios de golpes de calor, en varios centros, según han comunicado sus responsables por lo que el consejero avanzó que se empezará de inmediato a elaborar un protocolo para actuar en próximos episodios de calor.
“Al final tenemos que tomar decisiones, hay decisiones que gustan más y otras que no gustan tanto. Es una decisión que tomamos después de muchas horas de trabajo y análisis, donde al final decides suspender las clases porque ya la situación en muchos centros de Canarias es insostenible”, recalcó el consejero.
En esta línea aseguró que hay previsión de tener muchos episodios de este tipo por lo que "hemos tomado la decisión teniendo en cuenta esa alerta máxima por riesgo de incendio pero también por esa previsión que nos hace la AEMET de que a partir de los próximos días vuelven a subir aún más las temperaturas”, insistió.
Los centros canarios no están preparados
El consejero también reprochó que las infraestructuras educativas han sufrido una “parálisis” en Canarias y que es “verdad que algunas se han mejorado” pero “en su mayoría no reúnen las condiciones para atajar el calor en las aulas". Puso de manifiesto la existencia, todavía de barracones e infraestructuras que son de hace cuarenta o cincuenta años y asegura que Educación quiere sentarse con la FECAM y la FECAI para buscar soluciones.