La Asociación Socio-Cultural Entre Mares ha vuelto a salir a la calle para expresar, una vez más, el dolor y solidaridad por las personas que han perecido en el mar al intentar alcanzar nuestras costas. En la madrugada del jueves fallecían dos migrantes, uno de ellos llegaba sin vida en la embarcación y el otro fue arrojado al mar antes de su llegada al puerto de Arquineguín.
La asociación majorera también visibiliza el drama de los niños y niñas que fueron rescatados y que se encuentran en el Hospital Universitario Materno Infantil de Las Palmas. Entre Mares muestra su apoyo a los familiares de los menores mientras denuncia que es "una vergüenza para nuestra sociedad y para quienes no representan que el número de víctimas siga aumentando cada día y cada día se siga criminalizando a la inmigración irregular"
Entre Mares cuestione la acogida "digna" que se les ofrece a los migrantes que ahora "también nos los encontramos durmiendo por las calles" y destaca que en los centros de acogida de las Islas hay "escasez de comida, intoxicaciones alimentarias, agua fría en las duchas, humedades, frío con falta de mantas…”
Por ello, la asociación exige que se tomen medidas "concretas y urgentes para evitar que se vuelva a repetir esta vergüenza, y garantizar la seguridad de las personas que se ven obligadas a migrar", también apuntan a los distintos gobierno para que "abran vías seguras de migración para las personas que se ven forzadas a dejar sus casas y familias por causa de las guerras, el hambre y las injusticias".
También exigen que se hagan "todos los esfuerzos necesarios para respetar la memoria de las víctimas, para identificarlas y comunicar la desgracia a sus familiares" y que, de forma inmediata, "se dote de los recursos que sean necesarios para solventar la graves deficiencias de los centros en los que se está trasladando a las personas migrantes. Así como se proceda a autorizar la salida de las islas a las personas que deseen continuar con su viaje"
Para Entre Mares, quienes gobiernan, tanto en Canarias, como en el Estado, como en la Unión Europea, "parecen y aparecen como insensibles a la vulneración de los derechos humanos. Al no reaccionar ante estas dramáticas situaciones".