En una sentencia novedosa, el juzgado de Instrucción 2 de Fuerteventura condenaba el pasado jueves a D.H.G. por un delito de maltrato animal por lesiones psicológicas. Es la primera sentencia en Canarias “exclusivamente por lesiones psicológicas a un animal”. Así lo destacó este lunes, en una entrevista en Radio Insular, la abogada de la acusación particular y también integrante de la Asociación Abogados Prodefensa de los animales PROTA, Maite Bautista, acostumbrada a lidiar en los tribunales para defender los derechos de los animales.
En este caso, fue necesaria la intervención de varios vecinos del condenado que, hartos de las palizas que le propinaba al pitbull, grabaron un video y dieron traslado a las autoridades. Agentes del SEPRONA se hicieron con animal y lo trasladaron a la asociación protectora de animales LUCHA CANINA.ORG. DOGS RESCUE ARMY.
Durante el juicio, y en base a los informes etológicos y conductuales, se llegó a poder acreditar el maltrato psicológico gracias a expertas, como la etóloga Rosario Gaultier que también intervenía en la entrevista, donde explicó que se procedió a realizar “una evaluación de cómo el perro respondía a las situaciones que reflejaban las imágenes y las secuelas que manifiesta a día de hoy”.
Gracias al tamaño y a su fortaleza, el pitbull no presenta secuelas físicas a pesar de la violencia ejercida contra él pero sí se evidencian sus heridas internas ya que “desde que el agresor aparece en escena, como muestran las imágenes del video, el perro ya muestra síntomas evidentes de pánico y ansiedad”, recalcó. Los informes fueron determinantes para lograr la exitosa condena
La acusación solicitó la pena máxima, establecida en un año de prisión y 3 años de inhabilitación para la tenencia de animales, pero el condenado admitió los hechos y al pasar las diligencias previas a diligencias urgentes, se le redujo en un tercio la condena. Son penas insuficientes, recalcó Bautista, que confía en que se incrementen las condenas a través del nuevo código penal “porque es un bien jurídico que entre todos debiéramos proteger”.
Para la abogada, tan destacado es el hecho de conseguir la primera sentencia condenatoria en el archipiélago, exclusivamente por lesiones psicológicas, como la implicación de los jóvenes que grabaron los hechos violentos y denunciaron a las autoridades. Sin su acción, la condena no hubiera sido posible.
