El sistema de salud debe ser transformado para evitar su tendencia a la deshumanización y para preservar la ética de los cuidados y de la atención sanitaria. Para ello es preciso superar el modelo biomédico todavía imperante, distinguir los intereses de las industrias farmacéutica o tecnológica de las verdaderas necesidades de la población, centrar las actividades y los recursos del sistema en el cuidado y la salud de las personas y anteponer siempre el interés de los pacientes.
Estas son algunas de las claves expresadas por los distintos ponentes de la primera Jornada de Humanización de los Cuidados, organizadas este viernes por el Colegio de Enfermería de Las Palmas (CELP), con la colaboración del Consejo Canario de Colegios de Enfermería.
El evento, celebrado en el Museo de la Ciencia y la Tecnología de Las Palmas de Gran Canaria, congregó a un centenar de profesionales interesados en promover la excelencia de la atención sanitaria mediante unos cuidados de salud humanizados. El acto de inauguración contó con la presencia de Santiago González Campos, presidente de la Comisión de Ética Profesional del CELP, Ricardo Redondas, gerente del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria del Cabildo de Gran Canaria, Fernando Gómez-Pamo, director general de Salud Mental y Adicciones del Gobierno de Canarias, y Rita Mendoza, presidenta del Colegio de Enfermería de Las Palmas.
Rosamaría Alberdi
La primera de las ponentes, Rosamaría Alberdi Castell, dedicó su intervención a reflexionar sobre la responsabilidad de la profesión enfermera en la dispensación de los cuidados de salud. Profesora emérita de la Universidad de las Islas Baleares, miembro del Comité de Ética Asistencial de esa comunidad y doctora honoris causa por la Universidad de Murcia, además destacada escritora y poeta, Alberdi llamó la atención sobre el sinsentido de proporcionar cuidados de salud alejados de los valores esenciales del ser humano. En esta línea, rechazó la “animalización” y la “cosificación” de las personas en las que a menudo, con más frecuencia de lo deseable, caen los profesionales del ámbito sanitario cuando dejan de tomar en consideración los deseos, las circunstancias o las inquietudes de sus pacientes. Así, abogó por reenfocar las actividades del sistema desde una perspectiva menos autómata y más humana y llamó la atención sobre la resistencia y los obstáculos cotidianos con los que se encuentra este paradigma dentro del propio sistema de salud. La necesaria transformación debe ser, en su opinión, “una tarea multidisciplinar que involucre a todos los profesionales sanitarios, no sólo a las enfermeras”.
Pablo Fernández Muñiz
El segundo conferenciante de la Jornada, Pablo Ignacio Fernández Muñiz, cirujano del Hospital Universitario Central de Asturias y miembro del Comité Científico de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), explicó el significado de la humanización de la atención sanitaria. Se trata de “reconocer la integralidad de las personas más allá de los diagnósticos clínicos, identificando además las necesidades emocionales y sociales que puedan afectar a su salud y su bienestar”. Fernández Muñiz, que fue consejero de Salud del Principado de Asturias entre 2019 y 2023, se mostró partidario de instaurar “políticas explícitas de humanización en la gestión del sistema de salud” y puso como ejemplo la experiencia asturiana, pionera en España, en donde “la visión integral de los cuidados está continuamente presente en la toma de decisiones”.
Mejorar el trato y la comunicación con los pacientes
Esta primera Jornada de Humanización de los Cuidados contó también con la aportación de Moisés Arencibia Sánchez, enfermero canario, máster en Bioética y Bioderecho, quien explicó los detalles de ‘Proyecto Humanizo’, iniciativa dirigida a mejorar el trato y la comunicación entre pacientes, familiares y profesionales. Un trato más digno y considerado con las personas, argumentó, “influye positivamente en el estado de ánimo y tiene incidencia directa en nuestra salud y nuestro bienestar”.
En este mismo aspecto incidió la última de las ponentes, María Mejía Guerrero, logopeda y paciente de cáncer comprometida con la promoción de las buenas prácticas en el cuidado del paciente oncológico. A través de su propia experiencia personal, lanzó un llamamiento a los profesionales sanitarios para que sean empáticos, tengan actitud de escucha y “se pongan siempre en la piel de sus pacientes”. El trato humano “consuela, alivia el sufrimiento y ayuda a quienes, al estar atravesando por una enfermedad, se encuentran en una clara situación de vulnerabilidad”.
Por su parte, la presidenta del Colegio de Enfermería de Las Palmas, Rita Mendoza, agradeció su participación a ponentes y asistentes. Recordó que humanizar significa “tratar a las personas con dignidad, considerándolas como sujetos de derecho” e invitó a los profesionales del ámbito sanitario a cooperar en una transformación del sistema “que permita superar el paradigma biomédico” para centrarse en los cuidados de salud “de manera proactiva y desde una visión integral de la persona”.
Los “criterios economicistas”, añadió, no pueden desplazar a la ética en la atención sanitaria, ni se debe permitir que “la tiranía de la tecnología” genere contextos despersonalizados que reemplacen el imprescindible trato humano con los pacientes. Para la presidenta de las enfermeras, la frustración profesional producida por la falta de recursos, la inestabilidad laboral o la carga de trabajo de los profesionales sanitarios también es un aspecto a corregir, pues acaba reflejándose involuntariamente en el trato que se dispensa a la población.
