El diputado del Grupo Parlamentario Nacionalista Canario (CCa), Mario Cabrera González, ha reiterado su preocupación ante la entrada sin control de arena procedente del Sáhara Occidental, que podría tener graves consecuencias para el sector primario del archipiélago. Durante su intervención en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca, Cabrera alertó sobre la ausencia de controles adecuados en los puertos canarios para garantizar el tratamiento y la esterilización de esta arena, lo que incrementa el riesgo de introducción de plagas y especies invasoras.
El parlamentario subrayó que la arena que llega desde el desierto saharaui podría transportar roedores, serpientes, insectos y raíces, así como plagas que amenazan la biodiversidad y la producción agrícola y ganadera de Canarias. Para mitigar este riesgo, Cabrera señaló que se requieren instalaciones específicas, como depósitos aislados, sistemas de cribado y tratamiento térmico, incineradoras y tanques de agua salada, infraestructura que actualmente no está disponible en los puertos canarios ni en el puerto de El Aaiún, desde donde se exporta la arena.
Un problema legal y político
Cabrera denunció que la extracción y comercialización de arena saharaui por parte de Marruecos supone una vulneración de tratados internacionales. “Esto implica un incumplimiento tanto de las resoluciones de la ONU como del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que prohíben la explotación de los recursos del Sáhara Occidental sin el consentimiento de su pueblo”, destacó.
Según los datos aportados por el diputado, solo en enero de este año, más de 15.843 toneladas de arena llegaron a los puertos de Arinaga, Puerto de la Luz y Santa Cruz de Tenerife, de las cuales 9.100 toneladas (57,44%) procedían del puerto de El Aaiún. Cabrera calificó esta situación como un “expolio” de los recursos saharauis y un apoyo indirecto a la ocupación marroquí de un territorio cuya soberanía pertenece al Frente Polisario.
Falta de respuesta institucional
El diputado también criticó el silencio de diversas instituciones y organizaciones, como las agrupaciones agrarias, las industrias queseras y el Cabildo de Gran Canaria, frente a esta problemática. “Estas mismas entidades mostraron una enorme preocupación por la posible línea marítima entre Puerto del Rosario y Tarfaya, pero no han dicho nada sobre la entrada sistemática de arena sin control”, señaló Cabrera.
Cabrera instó al Gobierno de Canarias a actuar con urgencia y recordó el Decreto de 2001 que obliga al Ejecutivo autonómico a establecer medidas para tratar la arena procedente de África. Además, solicitó al consejero de Agricultura, Narvay Quintero, que tome cartas en el asunto para proteger el sector primario y cumplir con las normativas internacionales.
El parlamentario concluyó su intervención advirtiendo que la inacción frente a este problema no solo pone en riesgo la economía y el medioambiente canario, sino que también perpetúa la vulneración de los derechos del pueblo saharaui y refuerza las tensiones políticas en la región.