No sentaron nada bien las declaraciones realizadas por el secretario general de los socialistas majoreros, Blas Acosta, en las que aseguró que su formación estudia las imágenes de la sesión plenaria -donde se iniciaba el procedimiento de declaración de interés insular del proyecto Dreamland-, para determinar las “coacciones y amenazas” que se profirieron contra los consejeros que votaron a favor de la iniciativa.
Acosta aseveró también que los socialistas analizan las “mentiras y falsedades” en la petición rubricada por más de 22.600 personas a través de la plataforma Change.org para impedir la construcción de Dreamland junto al Parque Natural de las Dunas de Corralejo y que fue “creada en Italia”.
Por eso, desde SOS Fuerteventura, Mayte Afonso, Luis del Pozo y Óscar Hernández, acompañados de Caterina Arletti, han pedido este lunes ejercer su derecho a réplica y han advertido de que “detrás nuestro hay mucha gente, no somos 30 gritando”.
Arletti, autora de la petición en Change.org
Así explicaron que fue Arletti la creadora de la petición `No a Dreamland junto a las Dunas de Corralejo´ en la plataforma Change.org que elaboró tomando una fotografía de Dreamland de la propia web de la empresa promotora. Una imagen que “dos meses más tarde, eliminaron de la página” y que, “en ningún caso fue manipulada”. Además, subrayó, a pesar de lo dicho por Acosta, la campaña no se creó en Italia, “aunque yo soy italiana”.
Arletti aseveró que su única motivación para poner en marcha la petición fue “su amor a la Isla” al igual que la de las más de 22.600 personas “que han firmado por sentido común”. El objetivo, dijo, no es otro que evitar que se materialice un proyecto de semejante envergadura a 400 metros de las Dunas.
Un dato que también calificó como “falso” el propio Acosta asegurando que la Ciudad del Cine estaría a 1.200 metros del parque natural.
En este punto, desde SOS Fuerteventura se recomendaba al secretario general leerse la documentación presentada por la empresa promotora donde se establece, apuntaron, que el punto más cercano de la Ciudad del Cine estaría ubicado a 440 metros de las Dunas.
Mucha tensión…¿y coacciones?
Con respecto a las “amenazas y coacciones” de los intervinientes en las dos sesiones plenarias en el Cabildo de Fuerteventura en las que se trató el tema de Dreamland y que Acosta denunció, desde la plataforma se considera que el público estuvo “increpando y manifestando su malestar”, y se puntualiza: “discrepar no tiene nada que ver con coaccionar, ni insular ni amenazar”.
Los integrantes de la asociación defienden que el presidente del Cabildo, Sergio Lloret, “nunca mandó desalojar que es cuando se producen las verdaderas alteraciones del orden público”.
Entre las participantes del público que se acercaron a los consejeros, dos destacadas personalidades de la sociedad majorera, Irene Hormiga y Conchi Morales.
La primera, cansada de años de inmovilismo, “ante el atropello que viene sufriendo la Isla durante décadas” intervino en el programa de réplica porque “no me gustó cómo (Blas Acosta) se dirigió a las personas que estábamos allí”.
Hormiga defendió su “lucha con la palabra” e instó a la unión “de los que estamos cansados de aguantar el atropello y el destrozo”.
Morales, lo hizo por sentirse “muy molesta” por el cambio de criterio del consejero de Unidas Podemos, Andrés Briansó al que considera “un traidor”.
Ante posibles denuncias contra su proceder, Morales asegura que “la justicia no está hecha para las víctimas, y, en este caso, las víctimas de la irresponsabilidad política estamos siendo las gentes que vivimos en esta isla”, subrayó.
Más coherencia “y menos mentiras”
Desde SOS Fuerteventura se exige a los políticos coherencia sobre la información que están trasladando a la opinión pública relativa al expediente de Dreamland y desdicen a Blas Acosta cuando dice que “es falso que hayan aprobado un expediente de ubicación”.
El proyecto Dreamland, recalcan, es un proyecto administrativo que ha tenido resolución expresa como declaración de interés insular. El expediente vincula así el proyecto a la ubicación, insistieron, al tiempo que denunciaron que “se están diciendo mentiras por parte de los cargos públicos”.
De esta manera quisieron aclarar que “ya está iniciado el procedimiento, en esa parcela en concreto…Nadie en este país puede presentar un proyecto para hacer una casa en una parcela y luego hacer la casa en la parcela del vecino”, explicaron.
Puertas abiertas a la participación política
Desde SOS Fuerteventura se recuerda que la entidad fue creada como asociación para defender el interés general de la isla, sin más aspiraciones políticas ya que en los propios estatutos no se permite la participación de los miembros de la directiva.
Sin embargo, aseguran que “está habiendo muchas causas para que algo se organice” y no descartan replantearse su participación en la política activa. “A lo mejor le haría falta a la sociedad de Fuerteventura hacer algo distinto y marcar nueva tendencia de hacer las cosas con más participación ciudadana, más amor a esta tierra, menos amor partidista y menos amor empresarial…”, concluyen.