De febrero a julio de 2021, un total de quince operarios de este plan de empleo (cofinanciado por el FDCAN) se han dividido en tres grupos, con el fin de recorrer diferentes zonas del sur, centro y norte de la Isla.
‘El objetivo del OBAM es recoger los residuos marinos de cara a su posterior análisis, establecer una base de datos y diseñar una estrategia para prevenir su impacto’, explica la consejera de Sostenibilidad Medioambiental, Lola García.
En cuanto a la clasificación de los residuos recogidos, la gran mayoría corresponde a plásticos, representando un 72,02% del total. Además, con la llegada del verano, se ha detectado un notable incremento de los residuos, especialmente los plásticos, pasando de recoger unos 50.000 ítems de plástico al mes, a más de 96.000 de este tipo de residuos.
Por ello, García hace hincapié en la importancia de ‘unirse al reto de cuidar los océanos, evitando en todo momento la presencia de bolsas, latas, plásticos y otros residuos. Es más que evidente la incidencia de los plásticos, que además representan una de las mayores amenazas de la fauna marina’
Por su parte, el papel y cartón suponen el 7,29%, el metal 7,28%, el vidrio un 6,23%, la madera un 2,98% y el textil representa un 2,42%. Les siguen, por este orden, los residuos sanitarios, goma, residuos médicos y cerámica y escombros de construcción.
Otros de los datos interesantes recabados por el OBAM son el tipo de ítems, en lo que han bautizado como el top diez de residuos: redes, cordeles y cuerdas (59.409), fragmentos de plástico o poliestireno (30.825), tapas y tapones (27.942) vidrios (19.692), colillas (14.544), botellas y garrafas (11.275), bolsas y envoltorios (9.068), lata de bebidas (8.392) y residuos como compresas y toallas higiénicas (5.099)
Un porcentaje alto lo representan los residuos que llegan a través de corrientes marinas y que presentan un mayor estado de degradación, como restos de artes de pesca, fragmentos de plástico e incluso las tapas y tapones. Sin embargo, en el top 10 de los más encontrados existe también un alto porcentaje de residuos locales. Es decir, prácticamente nuevos y que se producen en la Isla, como latas de bebidas, bolsas, envoltorios y colillas.
El OBAM fue puesto en marcha dentro de la estrategia del área de Sostenibilidad Medioambiental para la reducción de la basura marina. Se trata de un proyecto en colaboración con la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, y cofinanciado por el programa PLEAMAR del Fondo Europeo Marino y Pesquero.
