La falta de previsión, la urgencia y la Covid, han contribuido a que la gestión migratoria haya derivado en verdaderas situaciones “injustas e inhumanas” como las vividas por los migrantes en el muelle de Arguineguín o la Nave del Queso del Matorral. Canarias no puede olvidar nunca que es una puerta de llegada, reivindicaba recientemente, en una entrevista en Radio Insular, María Lareo. Durante 15 años fue abogada de la Cruz Roja y conoce muy de cerca todo el contexto que abarca el fenómeno migratorio.
No hemos estado preparados, no ha habido un sistema de acogida mínimo y el Centro de Acogida Humanitaria de El Matorral o la Nave del Queso se han visto desbordados. Las cuarentenas se han hecho eternas en la nave “se ha tardado en desalojarla y algunos migrantes han sufrido mucho en su interior”, lamentó.
Por otro lado, explicó que el Centro de Acogida “puede estar bien para una urgencia”, para dar respuesta puntual a una emergencia habitacional pero solo durante un tiempo limitado.
Falta trabajar con la sociedad acogedora
En cuanto a la asistencia jurídica, también “ha habido mucha carencia”, al igual que un déficit de información y formación tanto en el interior de las instalaciones como en el exterior, entre la población residente. Para Lareo es imprescindible trabajar con la sociedad de acogida ya que “cuando conocemos la realidad de quien tenemos en frente, dejamos de sentir miedo o rechazo”.
Una buena instalación, una buena formación de las personas que atienden directamente a la población migrante "son necesarias porque el conocimiento cultural o el idioma son determinantes en la forma de relacionarnos", reivindicó.
Lo que evita la xenofobia, el racismo y el discurso del odio es el conocimiento, sentarte con el otro y escucharlo”, afirmó con contundencia.
Una sociedad IKUAL
Después de trabajar durante 15 años en la Cruz Roja, constatar la necesidad que sigue habiendo de formación y asesoramiento entre la población migrante de la Isla y a pesar de que personas en despachos -muy alejados a la realidad que se vive día a día en Fuerteventura-, decidieran suspender los fondos dirigidos al programa de atención a la migración, María ha decido impulsar la ONG Ikual.
Y lo ha hecho acompañada por Beatrice Kunz, otra experta en la materia con gran experiencia a sus espaldas como voluntaria en organizaciones como Cruz Roja o ACNUR.
Desde sus oficinas, ubicadas en el número 39 de la calle Secundino Alonso de la capital, la ONG Ikual atiende la demanda de gran parte de la población migrante que no procede de pateras, insistió, sino que llega a través del aeropuerto.
En su mayoría son personas que llegan de Colombia, Venezuela, Marruecos y Sahara. Se les informa de sus derechos pero también de sus obligaciones y de la normativa que rige en cada caso, según cuál sea el país de origen.
La persona que está en disposición, aporta una pequeña cantidad por el servicio. Es la forma que tienen para financiarse sin depender de las instituciones públicas aunque no descartan acuerdos o convenios que les permitan impulsar distintas actuaciones de forma coordinada y al servicio de la población migrante.
En Ikual también se ofrecen charlas, actividades formativas y, próximamente, clases de español para facilitar la convivencia.
Maria Lareo concluyó dando las gracias a la sociedad majorera por ser, sin duda, "una sociedad de acogida".
Entrevista completa, pinchando aquí 👇
