Trabajar en las molestias emocionales y psíquicas desde la infancia para evitar que lleguen a convertirse en patologías. Es la propuesta que realiza la Asociación Majorera de Salud Mental, Asomasamen, en un proyecto piloto que tiene como objetivo incidir en la prevención para mejorar la salud mental de la sociedad.
Un objetivo para el que la asociación comenzó a trabajar ya hace varios años, promoviendo el conocido `Tapón Solidario´. Ahora, tras varios meses de intenso trabajo desarrollado por un equipo de prevención de la entidad, entra en una fase más ambiciosa. Y es que es preciso actuar ya.
Así lo indican los datos ofrecidos durante la presentación de la iniciativa, este jueves en el Palacio de Formación y Congresos, en la que se dieron a conocer los resultados recabados por el Plan de Salud Mental de Canarias sobre valores relativos al período 2009-2016, publicados en 2019. Según estos datos, 98.624 personas fueron atendidas en las unidades de salud mental de la Isla. De ellas, 20.711 eran menores de edad.
Las cifras también indican que un 10,8% de los jóvenes mayores de 16 años ha tenido ideas de suicidio y no son pocos los niños, como destacaba la presidenta de la asociación, Ana Trujillo, “que piensan en no vivir para no tener que sufrir”.
Los datos no son recientes y, sin embargo, impactan. Se teme, además, que con la pandemia hayan empeorado porque “hay niños y niñas que desde edades muy tempranas están manifestando ansiedad”.
En este contexto, ASOMASAMEN considera vital promover la prevención e implicar a toda la sociedad en el cuidado de la salud, también mental, e invita a crear sinergias entre la sociedad, educación y el sistema de salud.
Una radiografía de la situación
En esta línea, la asociación majorera que lleva veinte años trabajando en Fuerteventura, ha ideado EDUSAMEN. Una iniciativa que responde a las demandas que realiza la población y que han sido recogidas en la fase de diagnóstico previo.
Entre las principales conclusiones, destaca el agradecimiento de los jóvenes “por ser escuchados sin ser juzgados”, y la petición de acceso a herramientas de gestión emocional.
Jóvenes que no encuentran en sus familias una respuesta ya que “los propios padres no saben cómo gestionar las emociones”.
También el profesorado, preocupado por la situación que día a día constata en las aulas, demanda formación en este ámbito para poder actuar y ayudar al alumnado en la resolución de conflictos. En la presentación se puso de manifiesto que existe, incluso, “un código de autolesiones en las escuelas…hay jóvenes que se hacen daño físico porque no saben soportar el dolor mental”, explicaron.
Acción
Ante el clamor y la necesidad, Asomasamen promueve EDUSAMEN como experiencia piloto a desarrollar a lo largo de cinco años en las aulas de Fuerteventura, a través de un equipo multidisciplinar formado por cuatro profesionales.
Entre sus líneas de acción: acabar con el “enorme estigma” que existe en torno a la salud mental, trabajar en la regulación emocional, también en la mejora de la autoestima así como en el manejo adecuado de las redes sociales, dotando de herramientas que permitan alcanzar un desarrollo óptimo de la persona.
La idea es ofrecer dos charlas anuales en todos los centros educativos de Fuerteventura para trabajar desde edades tempranas con la población infanto juvenil y, posteriormente, trabajar con grupos motores.
El proyecto, a cinco años, requiere una inversión cercana a los 130.000 euros este año “pero es probable que con los años haya que ir aumentando la partida”.
Es el principal escollo que encuentra ASOMASAMEN. Su presidenta recordaba que “ha sido muy complicado atraer a la administración a la salud mental”.
Sin financiación no hay servicios...y las necesidades aumentan
Por eso, y en aras de lograr un apoyo mayoritario al proyecto próximamente en el Parlamento de Canarias, ha invitado a representantes de las instituciones majoreras y a cargos públicos que estarán representados en la Cámara con el fin de “lograr la concienciación y el compromiso con el dinero para garantizar la viabilidad de la iniciativa”.
La falta de recursos económicos para estas entidades que desarrollan su labor “porque la administración pública no es capaz de llegar a atender a las necesidades” va a abocar a que las asociaciones pequeñas, como ASOMASAMEN, deban dejar de prestar servicios si no se toman medidas.
En esta línea, criticaron la gestión de las ayudas que llegan a mitad de año “cuando la asociación realiza un trabajo atendiendo a las personas que lo necesitan, desde el 1 de enero hasta el 31 de enero…y tal y como están las cosas, no sabemos si vamos a poder pagar a la gente”.
Una situación que comparten las asociaciones y colectivos sin ánimo de lucro que, insistieron, dirigen personas que muchas veces aportan no solo su conocimiento y energía, sino también recursos económicos propios. La situación, denunciaron, es insostenible “porque los casos, cada vez suman más…”.
Con esta reflexión instaron a las autoridades y representantes políticos a buscar soluciones para garantizar la viabilidad de las organizaciones que trabajan en favor del interés general.