La familia de Juliet Ramírez ha dado esta tarde, en el Tanatorio de Puerto del Rosario, el último adiós a la joven colombiana que fallecía el pasado sábado habiendo cumplido el sueño de abrazar a sus hijos por última vez.
Medio centenar de personas acompañaba a los jóvenes Gabriela y Matías, de 12 y 10 años, respectivamente, que no se despegaron de su abuela Nelsy y de su tía, Yenifer Osorio.
Fue precisamente ella la que inició hace un mes una recaudación de fondos a través de una plataforma de crowdfunding para traer a su familia de Colombia. Le ayudaron varios trabajadores sociales del Hospital General de Fuerteventura, hoy presentes en la despedida, y, también, realizó varias entrevistas Radio Insular, ganándose de inmediato el afecto de miles de personas que pudieron conocer la situación.
También contó con el apoyo de la comunidad de la Iglesia Ministerial de Jesucristo Internacional y de las trabajadoras de la Asociación Española Contra el Cáncer en Fuerteventura, que han acompañado a la familia esta tarde.
En poco tiempo, Yenifer logró recaudar cerca de 5.000 euros y comprar los billetes de avión para traer a su familia. Era el deseo de su hermana y pudo cumplirlo.
El pasado lunes, Juliet vio entrar en la habitación del Hospital a sus hijos y a su madre que acudían para dar aliento a la joven que vivía sus últimos días, aquejada de un cáncer terminal.
Fueron días intensos de emociones que vivieron como un gran regalo hasta que la sonrisa de Juliet se apagó.
Hoy el dolor y la inmensa fe de esta familia cristiana han estado muy presentes en la despedida, al igual que el profundo agradecimiento a la generosidad de la sociedad majorera.
Es el mensaje que han querido trasladar para poder despedir a Juliet e iniciar una nueva vida.