En la madrugada de este viernes se ha vuelto a producir un nuevo altercado en la urbanización Atalaya Dorada, ubicada en Corralejo. Un residencial promovido por la constructora Martinsa Fadesa que no resistió la crisis del ladrillo. La firma quebró y la Atalaya quedó sin concluir.
A pesar de que las proyectadas como viviendas de lujo, en un entorno cercano al Parque Natural de las Dunas, no están recepcionadas por el Ayuntamiento de La Oliva, no tienen cédula de habilitabilidad, no disponen de luz ni de agua, en poco tiempo se han ido llenado de okupas que han ido usurpando los habitáculos.
Hace dos años, el activo inmobiliario salió a subasta y se procedieron a vender los bungalows a precios irrisorios que, en algunos casos, no llegaban a los 2.500 euros.
Pero la oferta comercial tenía trampa. Las viviendas cuentan con escasas posibilidades de legalizarse y, además, no están vacías.
Los nuevos propietarios han contratado los servicios de una empresa de seguridad para evitar que los okupas vuelvan a las casas usurpadas. La situación está produciendo gran tensión y se producen numerosas alteraciones del orden público entre los vecinos.
La última, ocurrida en la madrugada de este viernes, se ha saldado con varias personas heridas. Agentes de la Guardia Civil se han personado hasta el lugar y han tramitado tres denuncias cruzadas por tenencia de activo bancario con personas dentro. El asunto está judicializado.