No están siendo sencillos los servicios estas semanas para los agentes de la Policía Local de Puerto del Rosario. Las llamadas a la calma son constantes en un momento en el que “la gente está alterada después de tanto tiempo con esta situación, por lo que tenemos que actuar con mucha cautela”, destacó este viernes en una entrevista en Radio Insular el oficial Rafael Rodríguez.
Héroe local
El agente se convertía hace pocos días en el `héroe´ local tras disuadir a un vecino, Pedro, muy conocido en la capital, de precipitarse al vacío desde la azotea del edificio en el que se encontraba.
Era una situación complicada, reconoció el agente, hacía mucho viento, el espacio era muy reducido y Pedro se tambaleaba, quizás debido a la ingesta de algún medicamento.
Rafael, muy conocido por su destacada trayectoria en los terreros de lucha canaria, echó mano de esta experiencia para empatizar con el vecino y mantener una conversación que les llevó al recuerdo de otras épocas, mejores.
Su formas, su conversación y su cercanía, contribuyeron a que Pedro depusiera su actitud y salvar el servicio de forma sobresaliente.
En ese momento y a pesar de su fuerte complexión, Rafael Rodríguez reconoció que se derrumbó “y me puse a llorar como un niño chico”, consciente del peligro que entrañaban las circunstancias y que su buen hacer, evitó.
Están siendo momentos complicados, destacó este agente, que también intervino en la actuación del joven que se roció de gasolina en las inmediaciones de los Servicios Sociales de la capital hace pocas semanas.
No se olvidó , tampoco, del hombre que se quitó la vida en Puerto tras recibir la notificación de desahucio de la vivienda en la que habitaba ni de la persona que se precipitó con su vehículo por el Barranco de La Herradura.
Son tragedias que evidencian el drama que está viviendo buena parte de una sociedad que está empezando a manifestar las consecuencias de la pandemia también en actuaciones habituales.
Un control de alcoholemia o una solicitud de identificación se han convertido en contextos “en los que puede pasar de todo” y ante el que están preparados los agentes de la Policía Local.
En la última semana, los agentes han sido requeridos varias veces desde los centros de salud para solucionar alborotos de ciudadanos con poca paciencia que requieren ser atendidos con urgencia.
Ante esta situación, los agentes se arman de paciencia, echan mano de la cercanía con sus conciudadanos y hacen un llamamiento a la calma para evitar problemas de convivencia.