Corría el año 1992 cuando varios miembros del club de buceo Los Sargos, en el municipio de Pájara, amantes del mar se percataron de la presencia de una tortuga laúd, de gran tamaño y con un peso aproximado de 300 kilos, anidando en el litoral de Morro Jable. Un hecho que despertó su curiosidad a sabiendas de que las tortugas ponen huevos en el mismo lugar que las vio nacer.
Con la colaboración de expertos y estudiosos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, la afición a estos reptiles de duro caparazón, llevó al grupo de majoreros a descubrir que existía una colonia de tortugas marinas en Cabo Verde.
Se creó allí un centro de interpretación que contribuyó a difundir el amor a esta especie que constituía, hasta entonces, un plato habitual en las cocinas caboverdianas.
La experiencia vivida allí y las historias de los mayores del municipio de Pájara atestiguando la presencia de estos ejemplares en Fuerteventura, fueron fundamentales para impulsar en la isla el proyecto de reintroducción de la tortuga.
"Los más ancianos recordaban cómo a la Playa de los Ojos llegaba todos los años una gran tortuga a poner sus huevos", explicó el principal impulsor de la iniciativa, Tony Gallardo, en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular. Jugó también un papel determinante, recalcó, el apoyo de la corporación sureña y, en especial, del entonces edil de Medio Ambiente, Lázaro Cabrera.
Cofete, lugar idóneo avalado por expertos mundiales
Fue en 2002 cuando expertos, a nivel internacional, acudieron a la Isla para comprobar las condiciones y descubrir que Cofete era un lugar idóneo para poner en marcha la iniciativa.
La temperatura de la arena, la tranquilidad, la ausencia de redes o palangres en las cercanías del litoral puntuaron de forma notable para lograr convertir Fuerteventura, tiempo después, en refugio de tortugas.
Gallardo echa la memoria atrás para constatar que han pasado más de 18 años. Un tiempo que ha servido para despertar el amor y empatía hacia estas tortugas.
En especial a la caretta caretta, la más habitual en el litoral majorero; también conocida como tortuga boba a pesar de haber demostrado gran inteligencia, subraya Gallardo.
Símbolo de Fuerteventura
Se espera que en el plazo de dos o tres años vuelvan a Cofete a poner huevos, por primera vez, algunos de los 1.000 ejemplares sueltos hace un tiempo. “Se estima que llegará aproximadamente un 1 por ciento y que cada una pondrá una media de 100 huevos, cumpliendo así con el objetivo del proyecto”, explicó.
Con el cambio climático, además, se está comprobando que el arenal de Islas como Boa Vista, en Cabo Verde, están experimentando un incremento notorio en la temperatura. Esto hace, como marca la especie, que nazcan hembras.
En la tendencia al equilibrio es probable que lugares como Cofete, un poco más fríos, puedan albergar el nacimiento de machos y contribuir así al mantenimiento de la especie.
Desde Promotur Islas Canarias, recientemente se ha elegido el proyecto de las tortugas para significar Fuerteventura como destino sostenible. Todo un orgullo para su impulsor, Tony Gallardo, quien asevera: "la tortuga ya se ha convertido en símbolo de la Isla".