Los hechos
El incidente se produjo cuando la víctima, que se encontraba dentro de su vehículo, fue atacada por su expareja que iba disfrazado con peluca, capucha y mascarilla.
El agresor, armado con un cuchillo, la sorprendió y comenzó a atacarla con la intención de matarla, como él mismo le dijo durante el ataque: "voy a matarte, arruinaste mi vida".
El ataque se dirigió principalmente a zonas vitales como el cuello y el pecho, pero la víctima logró defenderse utilizando las manos, y gracias a la intervención de un ciudadano que presenció el ataque, se evitó que la agresión culminara en un asesinato.
Las heridas que sufrió la víctima incluyeron cortes y hematomas en las manos y el cuerpo, que requirieron 63 días de tratamiento médico y le dejaron secuelas psicológicas, incluyendo estrés postraumático.
Primera condena
En marzo de 2024, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas condenó al hombre a 14 años de prisión por tentativa de asesinato, aplicando las agravantes de parentesco, género, y disfraz, además de imponer una prohibición de acercarse a su expareja a menos de mil metros durante 20 años. El tribunal también ordenó una indemnización de 32.680 euros para la víctima.
Revisión en apelación
El condenado presentó un recurso de apelación, argumentando que no hubo dolo de matar y que el cuchillo utilizado era un cubierto "flexible", no apto para causar la muerte. La defensa también cuestionó la calificación de los hechos como tentativa de asesinato.
En la nueva sentencia del Tribunal Superior de Justicia, se ha aceptado parcialmente el recurso. Si bien se reconoce la gravedad de los hechos, el tribunal consideró que el tipo de arma utilizada y las heridas causadas “no eran consistentes con una intención de matar”, ya que las lesiones fueron principalmente superficiales y no alcanzaron zonas vitales. En consecuencia, la sala recalificó los hechos como lesiones consumadas en lugar de tentativa de asesinato, manteniendo las agravantes de género, parentesco y disfraz.
Nueva condena
El Tribunal impuso una nueva condena de 6 años y 6 meses de prisión por el delito de lesiones, además de mantener las medidas de alejamiento y la obligación de indemnizar a la víctima.