El sector primario trata de subsistir en un complicado contexto socioeconómico en el que el incremento de los precios, la excesiva burocracia que exige Europa y la escasez de agua han llevado a los agricultores, en península, a sacar este viernes los tractores a la calle.
En Canarias, las principales asociaciones agrarias anuncian que se sumarán a las movilizaciones el próximo día 24 de febrero, “porque, si hay razones en península, hay más razones en Canarias”.
Así lo consideran también representantes del campo majorero. En una tertulia en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, los presidentes de la Cooperativa Agrícola de Gran Tarajal, Olivafuer y El Majuelo, Arturo Hernández, Pepe Santana y Leonardo Ramírez, respectivamente, analizaron estas claves y, añadieron algunas amenazas más. La falta de abastecimiento de agua en una Isla en la que se ha declarado la emergencia hídrica y la falta de relevo generacional.
Dos cuestiones que hacen peligrar el campo de Fuerteventura. Por si fuera poco, también alertan sobre la próxima reanudación de la línea marítima que unirá Tarfaya con Puerto del Rosario.
Una línea que se impulsa, dijeron, para promover negocios urbanísticos y turísticos en Marruecos por parte de empresarios canarios interesados pero que puede poner en jaque la actividad del sector primario en Las Islas.
Por un lado, ven muy difícil competir con un territorio donde la mano de obra resulta mucho más barata que en Europa. Una Unión que obliga a los profesionales del campo a cumplir con muchos requerimientos, con una excesiva y complicada burocracia que, además, encarece los costes.
La competencia es absolutamente desleal, recalcan, y “hay miedo a que entren plagas y productos que no cumplen con los estándares que exige Europa”.
En este contexto, los representantes de las asociaciones participantes en la tertulia instan a la clase política majorera a que escuchen al sector primario y valoren las aportaciones que realizan.
Entre ellas, seguir impulsando la habilitación de infraestructuras hidráulicas, “como la que se proyectó hace años en Pozo Negro por un presupuesto de unos 10 millones de euros que fueron a parar a otra Isla por falta de ejecución”, ayuda para facilitar la elaboración de la documentación que Europa exige cumplimentar, la realización de analíticas sobre la calidad del aceite en la Granja Experimental de Pozo Negro, el impulso a proyectos experimentales en la Granja, o la reparación de la valla de la Granja, “donde las cabras están podando los olivos”.
Además, denunciaron la pérdida de 500 olivos de verdial -variedad autóctona de Fuerteventura-, por falta de riego hace varios años; o, más recientemente, en 2023, la pérdida de las parras autóctonas que se estaban reproduciendo, “porque se ordenó centrar los esfuerzos en Feaga y se dejaron de regar”.