La construcción en Fuerteventura atraviesa un momento crítico, tal y como reflejó la reciente tertulia organizada por La Voz de Fuerteventura en Radio Insular. Durante el debate, conducido por la periodista Pía Peñagarikano, varios expertos del sector analizaron las principales dificultades que frenan la edificación de viviendas y la ejecución de obras públicas en la isla. El encarecimiento de los costes, la falta de personal cualificado y la ausencia de suelo urbanizable fueron algunos de los temas centrales en una conversación que dejó contundentes afirmaciones y apuntó a posibles soluciones.
El constructor Pablo Blanco, uno de los invitados, resumió la situación con un aviso que ha generado especial preocupación: “Prepárense para una subida de la obra nueva del 15-20%. Viene de que cada normativa incrementa costes y eso repercute en los precios finales”. Esta perspectiva, compartida por muchos promotores, apunta a que la tendencia al alza no se detendrá de inmediato, sobre todo ante la creciente demanda y la limitada oferta de vivienda. Para Blanco, el problema “no es solo de Puerto del Rosario, ni de Fuerteventura: es un problema a nivel nacional”, una realidad que se percibe también en otras regiones de España responsabilizando al Gobierno central por su gestión.
Otro de los participantes, Óscar Rivas, recordó la ausencia de mano de obra joven: “Ahora mismo no encontramos gente joven para trabajar. En mi empresa la mayoría estamos de 50 años para arriba y falta formación para el relevo generacional”. La necesidad de profesionales formados afecta no solo a las obras privadas, sino también a las licitaciones públicas, que en muchos casos quedan desiertas o se extienden en el tiempo por la imposibilidad de cubrir puestos con personal capacitado. La formación profesional específica y la implantación de ciclos que motiven a los jóvenes a incorporarse al sector surgen como soluciones urgentes para contrarrestar esta falta de relevo.
Por su parte, Luis Fidel, gerente de OPC y presidente en Fuerteventura de la asociación de constructores y promotores de Las Palmas, aportó otro dato revelador. “La mano de obra cualificada que trabaja ha duplicado su coste: si antes colocar una baldosa podía costar 12 euros el metro cuadrado, ahora son 25”. A esto se suman los retrasos en la concesión de licencias y los obstáculos burocráticos, cuestiones que encarecen aún más las obras. La inflación, el encarecimiento de los materiales y la alta demanda de personal hacen que las empresas afronten sobrecostes constantes que, en última instancia, repercuten en el precio final de la vivienda.
Sin embargo, el factor que agrava especialmente el panorama en la isla es la cuestión del suelo. Hugo Rami, arquitecto y expresidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Fuerteventura, expuso con claridad el problema: “En Fuerteventura tenemos particularidades que hacen peor la situación: no hay manera de realizar obras en plazo porque falta mano de obra y no se puede traer gente de fuera si no hay vivienda”. Rami agregó que la obsolescencia del planeamiento insular es uno de los principales frenos para promover viviendas accesibles y de calidad. “Tenemos un planeamiento insular obsoleto que impide liberar suelo y agrava el problema de la vivienda. Es un círculo vicioso que hay que romper”, sentenció.
Ese círculo se refleja en una paradoja: urge incorporar personal de otras regiones para sostener los grandes proyectos de construcción e infraestructuras, pero la escasez de viviendas disponibles a un precio razonable dificulta la llegada de trabajadores de fuera. Además, la complejidad normativa y la lentitud de algunas oficinas técnicas alimentan la demora en las licencias, generando retrasos que encarecen todavía más las promociones. Durante la tertulia, varios participantes reclamaron con insistencia una mayor dotación de personal en las oficinas municipales que gestionan los permisos de obra.
En cuanto a posibles soluciones, se insistió en activar la formación profesional para jóvenes y fomentar planes de vivienda pública y de protección oficial que faciliten el acceso a pisos dignos. Al mismo tiempo, se apuntó a la urgencia de agilizar el Plan Insular para lograr la recalificación de suelo y atraer inversión, siempre con un equilibrio que preserve el entorno. Asimismo, se reclamó un marco jurídico estable, sin constantes cambios legislativos, que dé confianza a promotores e inversores y estimule la edificación de proyectos residenciales.
La charla en La Voz de Fuerteventura, emitida por Radio Insular, concluyó subrayando la importancia de buscar un consenso entre administraciones, empresarios y profesionales del sector para atajar un problema que no solo afecta al ámbito de la construcción, sino también a la estabilidad social y económica de la isla. Mientras no se den pasos claros en políticas de suelo, mano de obra especializada y agilización de licencias, los precios seguirán subiendo, y la demanda de vivienda continuará desatendida, afectando tanto a la población residente como a quienes llegan en busca de oportunidades laborales.