“No me lo creo, he vuelto a ver la carrera y, sí, quedé primero”. Son las primeras palabras que pronuncia el recién proclamado campeón del mundo en Salvamento y Socorrismo, Edu Blasco, al iniciar esta entrevista para La Voz de Fuerteventura.
Acaba de volver a la Isla, a casa, tras conseguir en la localidad italiana de Riccone la codiciada medalla de oro; la única que le faltaba en su abultado palmarés para ser el mejor del mundo y dibujar parte de la historia de este deporte que salva vidas.
El nadador, nacido en el País Vasco y criado en Fuerteventura, sabe que tardará tiempo en asimilar esta ansiada victoria. Hace cuatro años se le escapó por segundos y ahora no ha perdonado.
Confiesa que se encontró en un nivel muy bueno durante la competición, “mejor de lo esperado”, y a pesar de que las condiciones fueron muy complicadas y la carrera se desarrolló en aguas profundas a las que no está acostumbrado, “los rivales se fueron quedando fuera…y se ha logrado”.
Su estrategia fue centrarse en sus propias capacidades sin tener en cuenta al resto de competidores y “hacer las cosas bien”.
Es a lo que está acostumbrado este campeón al que motiva la satisfacción por la superación, y no solo en el ámbito deportivo. “Me mueve esa necesidad de saber si puedo ganar a mi yo anterior”.
Por eso, tras conquistar la medalla de oro valoró tomarse unos días de descanso pero, finalmente, ha optado por la recuperación activa; es decir, por seguir con los entrenamientos.
Y es que el campeón ya tiene en mente participar en las rondas clasificatorias, en diciembre en Castellón, para acudir al campeonato de Europa que tendrá lugar el próximo verano.
Eduardo Blasco, también licenciado en derecho, continúa complementando su formación académica a la espera de participar en las distintas recepciones que las instituciones llevarán a cabo en su honor. Una oportunidad “para poder devolver y agradecer todo el apoyo recibido”.