Hace cuatro años la llegada de un perro cambió la vida de la familia de Anayara Tarré. Su madre, con fibromialgia y agorafobia, vivía prácticamente enclaustrada en casa hasta que Simba ganó su simpatía lamiendo y meneando el rabo para exigir el paseo de turno.
La puerta se abría cada día para permitir a la mascota hacer sus necesidades y corretear por las calles, y con ella, la madre de Tarré fue también recuperando su propia libertad y haciendo frente a ese miedo irracional a permanecer en espacios abiertos, mejorando notablemente su salud mental.
Anayara, que convive con la discapacidad desde muy joven ya que su padre también sufre una discapacidad física, ha tomado buena nota del impacto positivo que el pequeño animal ha generado en el entorno, convencida de que los perros “son la mejor terapia para curar el alma” y lo proyecta a sus estudiantes, ya que ejerce como pedagoga terapéutica en el IES Puerto del Rosario.
Una convicción que ha motivado la creación de una campaña dirigida, por un lado, a promocionar los beneficios que el contacto de las mascotas y su interacción generan en las personas; y, por otro, a concienciar sobre la necesidad de adoptar animales. Ahora mismo hay 30 canes en la perrera municipal que esperan la llegada de un dueño o una familia de acogida.
En esta línea, “y por la necesidad de poder unir todos esos elementos, para ayudarnos mutuamente y darnos a todos la oportunidad de poder hacer algo bonito”, ha lanzado la campaña `Los colegas de Simba´ basada en camisetas con rostros de perros que esperan una familia de adopción y charlas en los centros educativos. Destacan que no tienen hogar pero sí, amor para regalar.
De esta manera, este martes ha dado inicio en el IES Puerto del Rosario la primera de las conferencias, en colaboración con la veterinaria municipal Ana Franquis, para lograr concienciar sobre el maltrato animal y poner en valor la terapia asistida con animales que se desarrolla con perros, delfines y caballos.
La iniciativa, apoyada por la Concejalía de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Puerto del Rosario, se extenderá a todos los institutos del municipio “para poder dar una oportunidad a todos esos perros que son abandonados y maltratados”.
En esta línea, también se manifestó la veterinaria municipal Ana Franquis que colabora en el proyecto de Anayara en los centros educativos “con el objetivo de fomentar las adopciones, de dar visibilidad a los perros que tenemos y, también, para fomentar la tenencia responsable de las mascotas en la población más joven.
Un centro pilotaje de terapia emocional con perros
Anayara Tarré confía en que el proyecto se integre en otra propuesta más ambiciosa, el proyecto Kira, que desarrolla junto a su compañera Davinia Olivares con el objetivo de que el IES Puerto del Rosario se convierta en centro de pilotaje para la terapia emocional con perros, “que los perros sean como terapeutas en el proceso educativo”.
Tarré y Franquis