La patrulla de la Guardia Civil del Puesto Principal Morro Jable, Pájara, auxilió este sábado por la tarde a un bebé de 10 meses que pasaba sus vacaciones con su familia en Fuerteventura en un hotel, donde corrió peligro de asfixia al atragantarse con un medicamento que le dio su madre.
El vigilante de seguridad de un hotel de Costa Calma alertó a la guardia civil de que un bebé se estaba asfixiando.
Al llegar al lugar, se encontraron a una mujer muy nerviosa con un bebé en brazos quien les alertó de que el niño no respiraba.
Los agentes exploraron al bebé y comprobaron que presentaba un tono azulado, rigidez corporal, hinchazón en el estómago y un esfuerzo severo por tratar de respirar sin poder lograrlo.
Le salvan la vida al practicarle la maniobra de Heimlich
Por todo ello, le practicaron la maniobra de Heimlich y lograron que el menor expulsara por vía nasal y bucal abundante líquido viscoso. Acto seguido recuperó un buen tono de piel y desapareció la rigidez que presentaba la zona del estómago.
Después de todas las maniobras realizadas por los agentes para salvar la vida del bebé, Elliot volvió a la calma y empezó a respirar con relativa normalidad, una vez superado los minutos de absoluto nerviosismo.
Esta actuación fue vital para estabilizar al bebé y salvarle la vida. Tras la misma, se personó en el lugar una doctora que se encontraba de vacaciones hospedada en el propio hotel, e impartió una serie de directrices hasta que finalmente llegó la ambulancia del Servicio de Urgencias Canario.
Los servicios médicos aprobaron la forma de proceder de los agentes, que también recibieron el agradecimiento de la madre por la labor prestada.