Los trabajos, que han adaptado el espacio a las personas con movilidad reducida, se ejecutaron concretamente en la calle Huriamen, en un área que abarca una superficie de 9.401 metros cuadrados, redefiniendo la calle en un viario con mayor superficie pública.
La actuación, que se ha hecho a petición del ayuntamiento de La Oliva, ha supuesto una inversión de casi medio millón (461.145 euros) y se enmarca en el convenio suscrito entre el Cabildo y la Administración General del Estado para impulsar actuaciones dentro de un plan de accesibilidad universal.
El proyecto se ha elaborado siguiendo las indicaciones del Plan de Accesibilidad de Corralejo-Playa, la ordenanza municipal para la Accesibilidad Universal del Ayuntamiento de La Oliva, el Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad de Corralejo (Gobierno de Canarias) y la normativa vigente en cuestiones de accesibilidad.
‘Están ya prácticamente finalizadas estas obras que suponen una mejora de las condiciones de accesibilidad, especialmente en los accesos a edificios públicos, y que también incorporan un carril bici. Actualmente se encuentran únicamente pendientes del suministro de mobiliario urbano, que se culminará en los próximos días. Pero las obras se encuentran ya en condiciones de entrar en servicio’, resalta el presidente Sergio Lloret López.
Por parte de la consejería de Accesibilidad, su titular, Carmen Alonso, celebra la finalización de una actuación que repercute en beneficio de todas las personas, ‘dando lugar a un espacio libre perfectamente adaptado a las personas con movilidad reducida’.
Alonso añade, además, que ‘este tipo de acciones nos permiten avanzar hacia la accesibilidad universal, tan necesaria para lograr unos espacios públicos acordes a las necesidades de todos los ciudadanos y ciudadanas’.
Adjudicadas a la empresa Maxodiver S.L., las obras han generado nuevos espacios estanciales complementarios a los usos que albergan los edificios aledaños, mejorando también los pavimentos.
Además, se han mejorado todos los cambios de nivel existentes y obstáculos para peatones y se ha reducido a un único carril de no más de 3,50 metros de ancho el espacio dedicado a la circulación de vehículos.
En cuanto a las plazas de aparcamiento, se han reordenado en beneficio de los usuarios y usuarias, que se benefician ahora del aumento de la superficie destinada a peatones y de la reducción de la velocidad de los vehículos. Además, las obras han dado respuesta a la necesidad de zonas de sombra y descanso.