En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reivindica "el valor imprescindible del periodismo independiente", basado siempre en hechos veraces y verificados, como bien público y servicio esencial para asegurar la supervivencia de la democracia.
Una reclamación que hicieron suya, en una entrevista este lunes en Radio Insular, el presidente de la asociación de la Prensa de Fuerteventura y Lanzarote, Tero Brito, y la periodista y directora de El Enfoque de Fuerteventura, Mónica Quintero, que departieron sobre los problemas que redundan en la falta de libertad y que están relacionados con la desinformación, la falta de transparencia, el hostigamiento a los periodistas o la precarización del empleo en el sector, entre muchos otros. Aspectos que se recogen en el comunicado hecho público por la FAPE y de los que dio cuenta Brito.
Quintero, por su parte, hizo especial hincapié en la necesidad "de recuperar la dignidad del oficio". Es preciso realizar una reflexión y decidir sobre aspectos vitales como qué información queremos ofrecer o si, en esta época marcada por el impacto de la tecnología y las redes sociales, "queremos credibilidad o espectáculo"-
La directora de El Enfoque, además, invitó a la ciudadanía a consultar la página de Reporteros Sin Fronteras: https://www.rsf-es.org/ para conocer los datos que indican que se ha reducido en un año, del 8% al 7%, el número de países donde se constata la libertad de expresión "y ahora sólo hay 12 en todo el mundo que están en la franja blanca".
En este ránking, España se sitúa en el número 29, ocupando la franja amarilla, que apunta que todavía hay mucho trabajo por hacer. La pandemia, recalcó Quintero, ha evidenciado que falta transparencia en las instituciones y que no resulta sencillo para los periodistas acceder a la información de las corporaciones.
COMUNICADO DE LA FAPE
En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) reivindica "el valor imprescindible del periodismo independiente", basado siempre en hechos veraces y verificados, como bien público y servicio esencial para asegurar la supervivencia de la democracia.
En la conmemoración de este 3 de mayo, la FAPE alerta de que dicho valor está amenazado por distintos factores, a los que no es ajena la exacerbada polarización política que socava a diario la convivencia, la tolerancia, el diálogo y la posibilidad de alcanzar pactos que den soluciones a los problemas de los ciudadanos.
Tampoco son ajenos a esta crisis la desinformación, el hostigamiento de los políticos a los periodistas y fotorreporteros -concretado en vetos, señalamientos, descalificaciones y amenazas de control de los medios públicos y privados-, las broncas entre periodistas, las vulneraciones deontológicas y la precarización salarial y laboral, que afecta de manera especial a autónomos y colaboradores.e
En los últimos meses, y sobre todo en la campaña electoral de Madrid, los señalamientos a los periodistas se convirtieron en una intolerable arma política cuyo objetivo era presionar y silenciar a los profesionales de la información y limitar su derecho a la libertad de expresión.
Esta estrategia se combinó por parte de algunos candidatos con una cerrazón informativa sin precedentes, mediante la sustitución de la labor de los periodistas y los fotorreporteros por declaraciones enlatadas, fotografías y audios suministrados por los propios partidos.
Con el suministro de notas de prensa, que incluyeron videos, fotos y audios, se intentó relegar el papel de los medios a meros transmisores de propaganda, al mismo tiempo que se fomentó una competencia desleal que aumentó la generalizada precarización que padece la profesión.
Ante la incertidumbre y el miedo a lo desconocido que ha provocado el coronavirus, necesitamos más libertad de prensa que nunca. Los gobernantes deben responder con la máxima transparencia a la hora de informar de lo que está pasando y de rendir cuentas de sus decisiones.
Todos estos factores han provocado la pérdida de confianza de la sociedad en los medios, recuperada en parte en la pandemia ante la necesidad de los ciudadanos de informarse en fuentes independientes y fidedignas y paliar, de esta manera, la tóxica avalancha de desinformación que circulaba.
Otro de los elementos que atentan contra la libertad de prensa es el acoso en línea, que afecta principalmente a las periodistas.
Una encuesta mundial de la Unesco refleja que el 73 por ciento de las mujeres periodistas sufre ataques digitales, lo que les origina problemas sicológicos y conduce a la autocensura en las redes sociales, principal vía por la que se manifieste el acoso.
Ante esta situación, la FAPE hace la siguiente declaración:
-Reclamamos a los políticos que abandonen la inadmisible estrategia de hostigar a los periodistas y a los medios y se comprometan a garantizar el libre ejercicio del periodismo como baluarte de la democracia, en un momento en que la pandemia ha fortalecido la función de los periodistas como un bien público esencial.
-Instamos a los periodistas a reforzar la dignidad de nuestro oficio mediante informaciones veraces, verificadas, contrastadas y alejadas de las consignas y argumentarios de los partidos.
-Debemos contribuir a promover el diálogo y la convivencia en lugar de mostrarnos condescendientes con la bronca y el odio, que solo nos colocan al servicio de la manipulación.
-Consideramos que la mejor manera que tienen los periodistas y los medios para contribuir a acabar con el irrespirable clima político que vive el país es aportando sentido común y sensatez. El buen periodismo ayuda a la gente a tomar mejores decisiones.
-Recordamos una vez más a los editores que solo el periodismo de calidad ayudará a recuperar la confianza de los ciudadanos y a cimentar un futuro mejor para el sector de la prensa. Y les reiteramos que ese periodismo de calidad solo es posible con el reforzamiento de las redacciones y bajo condiciones salariales y laborales dignas.
-Consideramos preocupante que, tras décadas de democracia, los políticos sigan considerando los medios públicos, y en especial las cadenas de televisión, como cotos privados a su servicio, a los que se puede “usar o tirar” a conveniencia.
Los medios públicos son de los ciudadanos, no de ningún gobierno de turno. No son medios de propaganda, ni empresas en las que se repartan los puestos de consejeros de acuerdo a criterios de afinidad política.
-Afirmamos que el libre ejercicio del periodismo es un pilar indiscutible de la democracia y que todo intento de deslegitimar nuestro oficio supone un atentado al derecho constitucional a la libertad de expresión, del que emanan la libertad de prensa y el derecho de información de los ciudadanos.
Cerramos nuestra declaración con un sentido homenaje a los periodistas David Beriain y Roberto Fraile, asesinados esta semana en Burkina Faso en acto de servicio cuando buscaban información sobre la caza furtiva, en cumplimiento de su reconocida dedicación al periodismo que busca destapar lo que otros quieren ocultar.