La coordinadora Fuerteventura tiene un Límite emite un comunicado para expresar su "total rechazo" a la construcción de la autovía norte sur que atraviesa Fuerteventura por entender que "la ejecución de estas obras, solamente contribuirá a un desarrollo exponencial del capitalismo salvaje que asola nuestra isla, quedando patente a través de este modelo económico basado única y exclusivamente en el desarrollo turístico.
Un modelo económico que como viene demandando la sociedad civil canaria organizada, recalca el escrito, "tiene que dar un giro de 180 grados, ya que se siguen sobrepasando los límites de destrucción de nuestros paisajes, ecosistemas, naturaleza, de nuestro patrimonio cultural e histórico, y aumentando la precariedad laboral, social, sanitaria y educativa". Recuerdan que mientras se baten récords de visitas de turistas cada año, "encabezamos las listas de paro, fracaso escolar, listas de espera sanitarias, precariedad laboral, los salarios más bajos del Estado españos y falta de vivienda, nuestra clase política asistió recientemente a su romería favorita, la romería de San Turismo, conocida más popularmente como Fitur, para seguir con sus planes de destrucción de nuestra tierra y obstaculizando un desarrollo integral y realista".
En segundo lugar, respecto a la polémica suscitada sobre el trazado de dicha autovía, a su paso por el valle de La Lajita, "mostramos también nuestro rechazo a los trazados alternativos, ya sean propuestos por los vecinos y vecinas, empresariado, técnicos/as o la propia administración".
Sea cual sea la propuesta definitiva, "se verán afectadas más o menos personas propietarias, de una u otra forma, ya sea en fincas o casas", destacan, cuestionando cuánto dinero de las arcas públicas se utilizará de más por desechar el proyecto del tramo del Valle de La Lajita para hacer otro nuevo.
En este punto, recalcan que "hay que recordar que el dinero gastado y presupuestado no es ni mágico, ni gratuito, ni infinito; con esto queremos señalar que los gastos monumentales como este, acaban por verse reflejados en la economía de cada persona, recibiendo un mayor impacto quienes tienen menores ingresos, así como también en el detrimento del gasto en políticas públicas, y todo esto con la promesa del progreso cuando lo que venimos viviendo es lo contrario".
En esta línea, llaman la atención por el tiempo en el que la sociedad civil canaria organizada en el movimiento, que lleva más de un año intentando participar en la toma de decisiones sobre todos los temas mencionados, "no haya sido escuchada".
Por el contrario, "una lucha vecinal y empresarial de tan poco recorrido como esta haya sido tenida en cuenta (entre muestras de respeto aparentes a las decisiones de las y los vecinos y alabanzas al talante `democrático´ desplegado por partidos o autoridades en las reuniones que convocaron), hasta el punto de que el desgobierno canario aceptara cambiar el trazado mencionado".
Para concluir, hacen una reflexión sobre el modelo económico de las islas y el cero turístico vivido en tiempos de la Covid-19 y cuestionan la perpetuidad del modelo, posibles alternativas, o el acceso a recursos como el agua.