Es el contexto que dibuja el impacto del sida a nivel global y que hoy, Día Internacional de Lucha contra el VIH, los miembros del colectivo Altihay han recordado en la lectura del manifiesto que ha tenido lugar, con el respaldo de las autoridades del Cabildo de Fuerteventura, con el presidente, Sergio Lloret, a la cabeza, en la universidad popular.
El presidente de la entidad, León Martín Bethencourt, Belén Lamuedra y Alfredo Pazmiño han puesto de manifiesto los avances realizados en el país con distintas medidas, como la aprobación de la ley integral para la igualdad de trato y no discriminación, “que por primera vez especifica la serofobia como una causa discriminación y habilita la posibilidad de que las entidades sociales nos presentemos como parte en procesos judiciales”.
Desde el colectivo se reconoce que los avances producidos desde hace 40 años “no se habrían producido sin el empuje, el trabajo y la colaboración de la sociedad civil de respuesta al VIH con las administraciones públicas”, pero, insistieron, queda mucho trabajo por hacer.
En España, se siguen produciendo entre 3.500 y 4.000 nuevas infecciones anualmente, “y no se logra reducir las cifras de diagnóstico tardío que superan el 45% de los nuevos diagnósticos”.
También, hacen especial hincapié en la necesidad de implementar unidades de VIH de intervenciones sencillas y abogan por la aprobación de la Ley de Medidas para la equidad, universalidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud, “reconociendo el derecho a la atención sanitaria en igualdad de condiciones a todas las personas que viven en España, independientemente de su situación administrativa, su tiempo de residencia o la Comunidad Autónoma donde residan”.
Instan a las autoridades competentes a abordar el uso problemático de drogas en contextos sexuales, el CHEMSEX, ya que “de nuevo somos las entidades sociales las que estamos dando respuesta, en muchas ocasiones desde la precariedad y la falta de recursos”.
Tras 40 años, recalcan, el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con el VIH permanece en la sociedad “y sigue presentándose como una de las principales barreras para lograr el objetivo establecido por ONUSIDA de eliminar el VIH/Sida como amenaza de salud pública para el año 2030”.
El estigma, en datos…
El Estudio Creencias y actitudes de la población española hacia las personas con VIH, realizado en 2021, indica que ha habido una mejoría generalizada con respecto al año 2012 en la mayoría de parámetros estudiados aunque “todavía un 10% de los encuestados manifiesta que no mantendría ninguna relación con una persona con VIH”.
Un 36,3% de la población española se sentiría incómoda si un compañero de su hijo tuviera VIH.
El 5,5% sigue estando de acuerdo con la publicación de sus nombres para que las personas puedan evitarlas si así lo desean.
Un 8 % sigue apoyando medidas de segregación para este colectivo.
El 9,45% “nos considera culpables de tener el VIH”.
Conquista de derechos amenazados…
Cuarenta años, denunciaron, son demasiados años para que, pese a los avances alcanzados en los últimos años, en el marco del Pacto Social, “sigan existiendo en el país normas, leyes y prácticas que limitan nuestros derechos y el acceso a bienes y servicios”. Para que “se nos siga relegando al último turno en las intervenciones quirúrgicas y que el entorno sanitario sea un de los ámbitos donde se reportan más casos de discriminación”.
Para que en España no exista la especialidad de enfermedades infecciosas o para que 56 países del mundo sigan restringiendo el derecho a la movilidad de las personas con VIH.
Cuarenta años son demasiados años para que no exista una vacuna y un tratamiento curativo del VIH, demasiados años para que las personas con el VIH sigan siendo excluidas “casi de forma sistemática de los ensayos clínicos de terapias innovadoras, especialmente en aquellas relacionadas con cáncer”.
Altihay instó a seguir velando por los derechos conquistados en estos años. Derechos “que ahora vemos de nuevo amenazados por el resurgir de discursos, homófonos, machistas, tránsfobos, serófobos y xenófobos y no pensamos renunciar a nuestros logros”.
