La negativa del Ayuntamiento de Antigua a reconocer que existe un problema preocupa especialmente, recalcan
El Castillo es un destino seguro pero existe una “microdelincuencia” que hay que atajar y que está haciendo mella entre los residentes de la localidad turística.
En una tertulia en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, se abordó el último Balance de Criminalidad, publicado por el Ministerio del Interior que constata el incremento, en un 19,6%, de los delitos en la Isla.
Eduard Van der Veen, presidente de la Asociación de Empresarios del Castillo, fue tajante al analizar los datos y recalcó que, hace unos meses, “cuando dijimos: El Castillo agoniza, se rieron de nosotros. Hoy nadie lo niega”.
Según Van der Veen, el principal problema es la negación de las autoridades locales, y sin reconocimiento de la situación no puede haber solución. “Nuestro alcalde y nuestro jefe de policía dicen que no hay problema”, lamentó.
En el sector del taxi, los profesionales dan cuenta de cómo viven, sobre todo cuando se cumple la medianoche. “A partir de las doce de la noche, El Castillo se convierte en tierra de nadie”, advirtió Francesco Pedroni. “Cada día hay peleas, gente ofreciendo drogas. Nosotros, los taxistas, tenemos miedo”, confesó.

Esta sensación ha hecho mella entre los conductores, que se sienten desprotegidos y poco escuchados por las autoridades. “Nos lanzan piedras, nos amenazan… y nadie hace nada”, lamentó.
Toño Fránquiz, presidente de la asociación mayoritaria de taxistas de Antigua, destaca, además, que la situación está afectando también a algunas taxistas que antes trabajaban de noche y decidieron renunciar.
Por su parte, Alberto Sarmiento, presidente de la Asociación de Vecinos de El Castillo, insiste en señalar que “la delincuencia actúa a sus anchas porque no hay vigilancia.. venden drogas a plena luz del día en las entradas de los centros comerciales. Todos saben quiénes son y dónde están, y nadie hace nada”. Es como si la venta de droga se hubiera legalizado, añadió. A su juicio, faltan efectivos pero, sobre todo, “falta voluntad política”.
En 2011, Antigua contaba con 26 policías locales y ahora hay únicamente 17 en activo, cuando, por ratios, se precisarían 37 efectivos, recalcó. A pesar del déficit y de haber solicitado una reunión con el jefe de la Policía Local de Antigua, no se producirá sin que el alcalde, Matías Peña, lo autorice. “Nos parece una tomadura de pelo”, dijo.
Sobre la mesa, distintas opciones para, a través de la seguridad privada, mejorar la situación en la zona.

Néstor Sosa, jefe de seguridad de Total Security Management, explicó que la legislación permite su intervención en espacios públicos solo bajo coordinación policial. “Podemos actuar, pero necesitamos autorización previa”, señaló. En esta línea, recalcó que el sector está infrautilizado y que podría ser parte de la solución.
Por otro lado, el propio alcalde de Antigua, Matías Peña, anunció en una entrevista anterior en el mismo programa, la intención de la corporación de construir, con fondos municipales, una casa cuartel de la Guardia Civil. Pero los vecinos son escépticos. “Eso va para largo, y nosotros no tenemos tiempo. Necesitamos soluciones ya”, advirtió Van der Veen.
No esconden su malestar mientras valoran otras posibilidades como la instalación de cámaras en los taxis.
Pero, al final, lo que se precisa, concluyen, es que el Ayuntamiento escuche y que reconozca la realidad de una situación que hay que frenar.