Nervioso, ilusionado y con muchas horas de ensayo respaldado por su familia, Rodrigo Carreño, de 17 años, se convertirá esta tarde en el pregonero más joven de la historia de los carnavales de Antigua. “No me lo esperaba, y al principio dudé, pero luego pensé: si no lo hacemos los jóvenes, ¿quién mantendrá viva la tradición?”.
Así lo expresó en una entrevista este jueves en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular donde evidenció que lleva "ADN carnavalero" en su organismo.
Carreño, por su parte, afirmó que “si los jóvenes no mantienen viva la tradición, nadie lo hará”. Confía en que su pregón sirva para animar a más gente a participar activamente en los días grandes de la fiesta:
“La cabalgata no es solo un evento, sino la esencia del Carnaval. Ver a todo el mundo disfrazado, saludando y compartiendo risas por la calle es lo que nos hace sentir que estamos celebrando algo único”.
Junto a él participó en la entrevista la carnavalera mayor Pepa Hernández, pregonera en 2002 y referente local en murgas y comparsas. “El carnaval se ha ido perdiendo en Antigua porque todo está demasiado organizado desde fuera, y al final la gente del pueblo no se ve motivada. El carnaval es del pueblo, no de los políticos”, denunció.
Pepa Hernández confesó que la última edición dejó tal mal sabor de boca que había valorado retirarse definitivamente. Y es que "el año pasado nos fue tan mal que este año pensaba no salir. Me dio mucha pena ver cómo no se incentivaba a los grupos locales. Y es que sin la participación activa de la gente, esta fiesta se muere”, recalco.
La carnavalera reclama, además, que las instituciones apuesten por el talento y la creatividad de los vecinos:
Hay que dejar que la gente colabore y, si hace falta, formar una comisión de fiesta y una comisión de Carnaval
Con vistas a los próximos días de fiesta, la esperanza de los más apasionados del Carnaval de Antigua es clara: revitalizar un evento que, según denuncian, “se estaba apagando por falta de apoyo y recursos”.
Tanto Carreño como Hernández consideran que la organización debe implicarse más y facilitar ayuda económica o material a los grupos locales para que todo el pueblo se vuelque.
Para concluir, animaron a los vecinos a participar, al pueblo de Fuerteventura a asistir y a los políticos....a tomar nota de las críticas y a soltar las perras
