Antonio Hormiga: “Hay muchos empresarios dispuestos a cubrir el espacio de FTI”
La patronal turística de Fuerteventura, ASOFUER, destaca las repercusiones de la caída de FTI en Canarias y su impacto en la Isla. El grupo cuenta en tierras majoreras con 12 activos, 7 de ellos en propiedad o explotación a través de Labranda Hoteles y Meeting Point. El resto, cinco, vinculados a Stella Canaris que, una vez más, se queda en suspenso. A falta de datos más concretos, la patronal estima que la situación afecta de forma directa a entre 300 y 600 trabajadores y advierte de que los daños colaterales “serán múltiples”. Temen, además, que, como ya ocurrió en el caso de Thomas Cook, deban abonar el IGIC correspondiente de facturas que no van a cobrar a pesar de las modificaciones realizadas en la Ley.
Poco Big Data y bye bye al Stella Canaris
Muchas dudas y gran incertidumbre cuando apenas han transcurrido 24 horas desde el anuncio de la quiebra de FTI Touristik. Así lo reconocían este martes, en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura en Radio Insular, el presidente de la patronal turística majorera, Antonio Hormiga, y el gerente de la entidad, Mario de La Cruz, que pedían “un big data a tiempo real” para poder analizar este tipo de situaciones, de forma precisa, desde el inicio de una crisis. No hemos aprendido nada, ni con lo del Covid ni con Thomas Cook, insistieron, "y estamos recabando datos, haciendo la cuenta de la vieja".
La preocupación inmediata de los empresarios es gestionar la situación de los clientes que se encuentran en la Isla y a los que ayer sorprendía la noticia. Saben que desde hoy deberán sufragar de su bolsillo los gastos de estancia y vuelo. Los más afortunados gestionaron su viaje a través de un paquete turístico y serán repatriados por FTI. Además, podrán reclamar, con posterioridad, al Fondo Alemán de Seguridad de Viaje.
Peor suerte correrán quienes hayan diseñado y planificado el viaje por su cuenta, advierten los representantes de la patronal que insta a actuar de forma coordinada y evitar deteriorar la imagen del destino Canarias.
Por otro lado, temen los daños colaterales que pueda provocar “este monstruo que hacía todo el circuito” y que afectará, sobre todo, a los proveedores.
Para FTI, explicaban, Canarias representa un 15% de su volumen de negocio y la llegada de 500.000 turistas anuales. En Fuerteventura, el grupo cuenta con 12 activos, siete de ellos en explotación a través de Meeting Point y Labranda Hoteles, ubicados en Costa Calma, El Castillo y Corralejo. De ellos dos, Labranda Caleta Garden y Meeting Point Puerto Caleta, se encuentran cerrados por reforma.
El resto, cinco, están vinculados al mega proyecto Stella Canaris donde el grupo pensaba invertir 120 millones de euros con el fin de convertirlo en referente y uno de los mayores resorts de Europa.
Un proyecto que, de nuevo, se queda en el camino, lamentaron.
A falta de más datos, estiman que hay entre 300 y 600 trabajadores directos afectados que cobraron el pasado día 27 la última nómina y que están al día de cobros.
A vueltas con el IGIC de facturas sin pagar
Desde la patronal también se insiste en la repercusión negativa que puede tener en las cuentas, sobre todo de proveedores, el impago de facturas. En el momento de la caída de Thomas Cook tuvieron que abonar el IGIC de facturas que no pudieron cobrar.
Un dinero que nunca recuperaron. Ahora, con la última modificación del reglamento en la gestión de tributos, publicada en el BOC el pasado 27 de marzo, se pretende evitar esta situación pero la medida, de la que poco se ha informado, suscita muchas dudas entre los empresarios que no saben, finalmente, cómo se aplicará o si deberán realizar el abono para, al final del ejercicio, solicitar una devolución.
Mucho interés en un momento dulce
En todo optimista, Hormiga y De La Cruz apuntaron a que la caída de FTI se produce en un momento muy dulce para el turismo de Canarias. Una situación muy distinta a la ocurrida con la quiebra de Thomas Cook.
Precavidos, evitan hablar de “quiebra” e insisten en que “solo con los activos de bienes raíces, FTI puede reflotar la compañía”.
A la espera de conocer los próximos movimientos del grupo, lo que sí constata ASOFUER es que “hay mucho movimiento y gran interés por coger esos hoteles”.
Es probable, insisten, que los establecimientos cambien de nombre y los explote otra marca. Habrá negociaciones, algún mes de incertidumbre pero los trabajadores estarán protegidos en el caso de que haya hoteles que cierren. Una situación "que no creo que se vaya a producir", subrayó Hormiga con optimismo.