Vecinos de La Oliva denuncian “el oscurantismo” del Ayuntamiento en la gestión de los mercados de artesanía
Una decena de artesanos y de artistas que trabajan vendiendo productos hechos a mano denuncian el “oscurantismo” con que el Ayuntamiento de La Oliva “hace la vista gorda” en la gestión de los mercados artesanales del municipio. En declaraciones a La Voz de Fuerteventura aseguran que el caso más sangrante es el de Lajares.
Hace una década que el Ayuntamiento “entregó a dedo” su gestión a un colectivo del que únicamente quedan hoy unos pocos miembros. Desde entonces, ninguna corporación ha metido mano a cómo se lleva a cabo la organización de este evento en el que únicamente se puede participar “si le caes bien a la organizadora”, lamentan. De momento, no existe un reglamento que establezca las bases reguladoras de la actividad y que exija los mismos criterios a todos los participantes.
Trabaja quien no tributa
De esta manera, aseguran, se da la paradoja de que los denunciantes, artesanos en su mayoría y dados de alta en la actividad empresarial, se quedan sin trabajo mientras que en los puestos del mercado “hay gente en ERTE, gente en paro, gente cobrando prestación de desempleo…nadie les exige nada”, recalcan molestos mientras piden “igualdad de oportunidades”.
Los participantes abonaban hasta hace recientes fechas 5 euros por hacer uso de un puesto en el mercado. “Un dinero que no estaba controlado ni fiscalizado”. Tampoco se supervisan las cremas y ungüentos en exposición “no tienen ningún certificado sanitario”.
Ahora, el Ayuntamiento ha impuesto las medidas anticovid pertinentes y realiza un cierre perimetral del mercado ejerciendo el control en los accesos a la zona pero sin vigilar el ejercicio de la actividad en los puestos.
Tras celebrarse algún encuentro en la Casa consistorial con representantes de las dos partes y que el grupo que gestiona el mercado no presentara, en tiempo y forma, los papeles requeridos por la corporación, los denunciantes apuntan a que "ni siquiera constituido como asociación legal ” y la situación continúa igual. Las solicitudes de participación se ralentizan en un procedimiento sin fin “porque a los que pagamos nuestros impuestos nos piden mil papeles que a los otros nadie les exige”, se quejan.
A la espera de respuestas…
El pasado 3 de noviembre, cursaron una demanda por medio de una abogada que requirió a los responsables municipales información sobre el reglamento y las bases reguladoras de los mercados artesanales, el registro sanitario de los productos y las altas en la actividad de quienes participan en la venta de artículos, entre otras cuestiones.
De momento, no ha habido respuesta por parte del Ayuntamiento que tiene de plazo tres meses para contestar. De no hacerlo, apelarán al Diputado del Común “y continuaremos hasta donde haga falta para lograr que las reglas del juego sean iguales para todos”, concluyeron.
Próxima aprobación de un reglamento regulador
Desde el Ayuntamiento de La Oliva, el edil de Comercio, Marcelino Umpiérrez, afirma estar al tanto de la situación y asegura que, desde que se hizo con las riendas de la Concejalía, se está trabajando en la elaboración de un reglamento que permita gestionar con garantías la celebración de los mercadillos en el municipio.
Destaca también que los acuerdos a los que la corporación llegó con las entidades que controlan la actividad en el Cotillo y en La Oliva vienen de lejos, de hace años, y reconoce la necesidad urgente de establecer las bases de actuación.
Así, Umpiérrez avanza que el el gobierno local está a la espera del informe jurídico pertinente para proceder a la aprobación de un reglamento regulador de la gestión de los mercados. Con el reglamento como base, se elaborará un convenio "que podría llevarse al Pleno de febrero para su aprobación" para que las asociaciones gestionen la actividad en función de unos criterios claros y similares para todos los participantes.
Para ello, anunció que se creará una Comisión que examinará “las muchísimas solicitudes de artesanos que nos han llegado” y que determinarán si los productos que se proponen para los puestos en los mercados cumplen con los parámetros para la venta como productos de artesanía.
NOTA INFORMATIVA: La entidad que lleva gestionando el mercado de Lajares desde hace 11 años, se registró como asociación cultural hace tres años, en 2017, con el término Re-lajarte.