Entre Mares no se rinde y sigue visibilizando la tragedia de la muerte en las costas de Canarias
Nueva concentración de Entre Mares, no cabe el silencio
La Asociación Socio-Cultural Entre Mares ha manifestado su profundo dolor y solidaridad con las familias de las tres personas fallecidas en los últimos días al intentar llegar a las costas canarias. "Queremos expresar nuestro inmenso dolor y solidaridad con las familias de las dos personas que venían fallecidas en la embarcación que llegó ayer miércoles 10 de julio al puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro", comienza el comunicado que ha leído la técnico del servicio, María Greco, quien, también, transmitió el pesar por la muerte de un hombre a bordo de un cayuco que arribó la noche del mismo miércoles al muelle de Los Cristianos, en el sur de Tenerife.
Entre Mares ha mostrado su consternación ante estas tragedias, que califican como "víctimas de las políticas de deshumanización y de las restricciones a la movilidad impuestas por la Unión Europea a las personas del continente vecino".
La asociación ha dejado claro que "no va a permanecer en silencio ante estas muertes", y ha denunciado "la ola de indiferencia y pérdida de valores morales y éticos que día a día muestran los gobiernos de occidente".
Critican duramente la postura de estos gobiernos, acusándolos de haberse apartado de la defensa de los Derechos Humanos.
Estamos asistiendo a una violencia absoluta frente a la vida, recalcaba Greco. "Una violencia ejercida por quienes ostentan el poder económico mundial y tienen la capacidad de decidir quiénes mueren y quiénes viven". En esta línea, cuestionan los criterios con los que se valida el dolor de unos mientras se ignora el de otros, destacando que "lo que está ocurriendo en las costas del Atlántico y del Mediterráneo no es diferente de los genocidios contra el pueblo palestino".
La asociación relaciona las tragedias en las costas europeas con otros conflictos globales, denunciando una guerra contra los pueblos y colectividades diferentes, sustentada en una visión unilateral del mundo. "Vemos mujeres, niñas y niños, bebés masacrados, cuyos cuerpos llenan las calles de ciudades que se parecen a las nuestras; vemos los entierros, las tumbas, en cada cementerio de todas las islas, de seres humanos, sin nombre, sin identidad".
Entre Mares critica a los mandatarios de la Unión Europea y de España por su gestión de la crisis migratoria, acusándolos de "externalizar las fronteras" y de criminalizar a las personas empobrecidas del continente africano.
Además, denuncian el uso político de menores migrantes no acompañados, destacando la falta de una acogida digna y cuestionando las condiciones en las que son recibidos, señalando que "unas carpas en un muelle no son lugares de acogida".
La asociación lanza una dura crítica a la normalización de esta catástrofe humanitaria y a la indiferencia creciente en la sociedad. "Estamos siendo testigos de un autoengaño, pretendiendo una neutralidad y corrección política cuando hay injusticias y muertes de por medio".
Finalmente, Entre Mares hace un llamamiento urgente a la acción y a la preservación de la condición humana, instando a la sociedad a rechazar ser testigos mudos de este "holocausto". "Debemos anhelar la vida digna, la convivencia y la paz", concluyen.