Los Winter se "reconcilian" con Cofete en el 200 aniversario de su fundación
Manuel Guadarrama, Peña Sánchez, Sebastiana Sánchez son los nombres de algunas de las personas fallecidas antaño y que descansan en el cementerio de Cofete, uno de los pocos ubicados en primera línea de playa.
Tras las identidades, historias de vida, de penas y alegría que “nos hablan de raíz, nos hablan de pueblo y también de quienes naufragaron, llegaron a la costa y recibieron aquí sepultura”.
Son palabras del Obispo de Canarias, José Mazuelos, que ofició un responso ante las autoridades y lugareños mostrando el apoyo al reconocimiento de este asentamiento que surgió hace, al menos, dos siglos.
Es el objetivo primordial que la corporación sureña, con Pedro Armas, a la cabeza persigue y para el que ha promovido un completo programa de actuaciones que concluía este viernes con la presencia de la máxima autoridad de la Iglesia en Canarias.
Hay que recordar que el Parque Natural de Jandía se delimitó sin tener en cuenta la existencia del asentamiento, destacaba el primer edil, apuntando a un "error" que hay que solventar, siempre conjugando la preservación de la historia y el patrimonio en convivencia con la protección del medio ambiente.
También estuvieron presentes los hermanos Winter, herederos de Gustav Winter que aportaron numerosa documentación para detallar y explicar la verdadera presencia del alemán en la zona y que, según insistieron, nada tiene que ver con los nazis, ni con los submarinos ni con supuestos tesoros enterrados.
En la conferencia que tuvo lugar en la plaza Viera, los Winter no escondieron el malestar por los innumerables “bulos y leyendas” que sin fundamento, ni datos, recalcaron, circulan desde hace años imprimiendo un halo de misterio y oscurantismo a la historia de los Winter en Cofete. “El que el propietario fuese alemán ha disparado la fantasía, las especulaciones y las fabulaciones”, afirmaron.
Los hermanos llevan años reivindicando el papel de su padre como “benefactor” en el lugar donde su sueño de construir una gran casa, en un lugar paradisíaco, “se convirtió en un auténtica pesadilla”.
Explicaron que Gustav Winter llegó a Gran Canaria en 1915 donde se estableció. Allí fue uno de los promotores de la Compañía Insular Canaria Colonial de Electricidad y Riego, que adquirió la Dehesa de Jandía con la idea de explotar Cofete desarrollando un embarcadero y dedicarse a la pesca del banco sahariano. En el proyecto también se contemplaba hacer una planta de conservas y una central eléctrica.
En 1941 comenzó a proyectarse la casa aunque, realmente, no se empezó a construir hasta 1946, una vez finalizada la segunda Guerra Mundial, recalcaron, para significar que la infraestructura nada tuvo que ver con el movimiento nazi, "porque después de año y medio después de acabar la segunda Guerra Mundial, no puede ser el escenario de todas esas historias inventadas".
Winter fue el promotor de la carretera que une Morro Jable con el Puertito y con Cofete, también de la pista de aterrizaje “que ayudó a evacuar a varios vecinos de la zona y salvar vidas”. Practicó la siembra en un lugar que destacaba, entonces, por su humedad y dibujó gavias para mejorar los cultivos.
La construcción de la casa se llevó a cabo gracias a la labor de los hombres y mujeres de Cofete, medianeros de Gustav, que fueron quienes levantaron la vivienda, a las órdenes de Juan Concepción Villalba quien dirigía los trabajos.
Una vez finalizadas las obras, en 1954, la segunda esposa de Gustav Winter, desechó la idea de vivir en un lugar tan alejado “por lo que la familia Winter nunca vivió en la casa”, recalcaron, y optó por instalarse en Morro Jable "que era un caserío dentro de la Dehesa de Jandía", subrayaron.
A partir de ahí, Winter trató de vender o alquilar la casa pero moriría unos veinticinco años antes de conocer que Lopesan adquirió el inmueble en 1996.
Dos de sus descendientes, Carlos y Gustavo Winter, llevan años recabando documentación para atestiguar esta historia que desvelan a través de la página web www.casawintercofete.com y que incluye, también, un apartado dedicado a `Submarinos y otros mitos´.
Gustav Winter, fue, un enamorado de Cofete que, incluso, tiene a un hijo enterrado allí, desvelaron. Se conoce poco de su verdadera historia a pesar de que fue uno de los principales benefactores del municipio, concluyeron, recibiendo los aplausos de la inmensa mayoría de vecinos y vecinas.
Por eso, reclaman que se reconozca la figura de su padre a quienes, consideran, no se le ha tratado como merecía.
El acto concluyó con la actuación de Ambros y un asadero popular muy concurrido.