El proyecto medioambiental “Agua y Memoria” de Fundación Acuorum, recupera la memoria viva del agua en la isla de Fuerteventura
La Fundación Acuorum junto con el Grupo Canaragua y con la colaboración de la Fundación “la Caixa”, a través de CaixaBank, realizó este viernes 17 de marzo la cuarta ruta de su programa “Agua y Memoria” en la isla de Fuerteventura.
Este proyecto se compone de rutas temáticas del agua que se realizarán en cada una de las islas del archipiélago canario, con actividades e itinerarios para la conservación y la difusión del patrimonio y la identidad cultural de Canarias, a través de la participación, los conocimientos y experiencias de los participantes.
Desde que la Fundación Acuorum impulsó este proyecto en 2021, “Agua y Memoria” ha visitado las islas de Gran Canaria, Tenerife, La Graciosa y ahora Fuerteventura, siendo todo un éxito de divulgación para la concienciación del medioambiente y de la cultura del agua.
Esta iniciativa reafirma el compromiso de la Fundación Acuorum con el medioambiente y con la puesta en marcha de acciones sociales en beneficio de los canarios y en armonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En esta ocasión, el municipio de La Oliva, ha sido el elegido para realizar la ruta de senderismo, al ser una zona de gran valor histórico y de conocimiento indispensable para entender la cultura del agua en la isla de Fuerteventura. A pesar de ser un territorio rodeado de mar, el agua en la isla ha sido de forma casi constante un recurso muy escaso debido a la ausencia de lluvias y a la aridez de la tierra.
Por esta razón, el pueblo majorero ha tenido que adaptarse al entorno y cubrir esa carencia de abastecimiento fabricando herramientas y sistemas para aprovechar al máximo la escasez del agua. La Fuente de Tababaire, una de las fuentes de agua que cuenta con mayor historia, se ubica en el macizo de Vallebrón, en el municipio de La Oliva. Este asentamiento era utilizado por los majoreros para el abastecimiento de agua, donde pasaban el día acompañando al ganado para paliar la sequía que predominaba en aquella época.
En el día de hoy, la lluvia ha sido protagonista desde primera hora de la mañana, pero aun así, se ha podido llevar a cabo la jornada con éxito. La caminata por el casco urbano del pueblo de La Oliva fue accesible para todos los participantes al ser un recorrido de dificultad baja, pudiendo disfrutar de la abundancia de elementos para la conservación del agua, como son la creación de aljibes, fuentes, pozos, maretas y molinos con el fin de adaptarse al medio.
Cerca de la Oliva se encuentra la Montaña de Tindaya, albergando en su cima centenares de grabados aborígenes desde donde los mahos imploraban al cielo que les diera agua para vivir. De entre las autoridades públicas asistentes a la jornada, se contó con la presencia de la Alcaldesa del Ayuntamiento de La Oliva, María del Pilar González Segura, además de otras autoridades municipales.
María del Pilar González Segura agradeció a la Fundación Acuorum, a Canaragua y a CaixaBank por llevar a cabo esta iniciativa y poner en valor la cultura del agua del municipio de La Oliva. Además quiso resaltar que se están restaurando diferentes elementos relacionados con el agua como aljibes y maretas en el municipio con el fin de trasladar a la comunidad cómo se recogía el agua antiguamente, destacando el proyecto “la ruta del agua” que promueve el Ayuntamiento.
También quisieron estar presente por parte de las entidades organizadoras de la actividad, Sebastián Godoy, director de Área de Negocio de CaixaBank en Fuerteventura; Virginia Abreu, gerente territorial de la isla de Fuerteventura de Canaragua Concesiones; y Soledad Iess, gerente Fundación Acuorum. Virginia Abreu añadió que “ha sido un recorrido precioso porque hemos podido conocer muchas historias que poner en valor, y esto enriquece nuestra visión del pasado para así, comprender mejor el presente del municipio”. Tras un pequeño paseo interpretado por un guía de educación ambiental, los participantes visitaron el Museo de las Tradiciones de la mano de Pedro Carreño, experto lugareño.
El Museo es una típica vivienda antigua que muestra la arquitectura y la cultura majorera y alberga en sus alrededores un aljibe, conocido como el Aljibe de Don Pedro, donde se recogía y se conservaba el agua. Asimismo, situados los participantes delante de un famoso aljibe, Carreño explicó cómo se realizaba el reparto del agua en aquella época y recalcó la conocida “hora del agua”, un momento de encuentro donde los vecinos aprovechaban para conversar y cargar el agua en los boticicos, cualquier recipiente que se utilizaba para poder portar el agua a los hogares.
La caminata se enriqueció con los testimonios de los mayores partícipes de la actividad que mediante sus experiencias y conocimientos quisieron transmitir la relación estrecha del municipio de La Oliva con la cultura del agua. La jornada concluyó en la Asociación Cultural Raíz del Pueblo, institución que se encarga desde el año 1967 de dinamizar social y culturalmente el municipio de La Oliva, donde los participantes pudieron disfrutar de un tentempié.