Pastor Ángel: “La clave de que no haya tránsito migratorio de Canarias a península pasa por las presiones de Francia a España”
“No se puede ir a África, expoliar ese lugar, llevarte toda su materia prima y todos sus recursos a tu país para crear trabajo, y dejar a toda esa gente sin nada”. Así resumió el pastor Ángel, el porqué del fenómeno migratorio que se está produciendo actualmente entre África y Europa, en una entrevista este lunes en Fuerteventura FM.
El líder de la Misión Cristiana Moderna aseveró que hay que hablar claro contra Alemania, Inglaterra y Francia “que están expoliando África”. Y no solo eso sino que además, y especialmente Francia, recalcó, presiona para que desde la frontera sur no haya tránsito migratorio de Canarias a la península y, por ende, al resto de países europeos.
De esta manera, se produce en el archipiélago un bloqueo inhumano. “Somos un pueblito, nos meten una masa de personas con necesidades grandísimas y nos causa un conflicto de convivencia con nuestros recursos, con nuestros espacios”, reconoció.
Una realidad que se vive en las Islas pero que no justifica los ataques interesados por parte de un sector contra la población migrante. Son “cobardes” quienes atacan a estas personas porque “el inmigrante, es una víctima de ese atropello tan grande de Europa sobre África”.
“No son delincuentes”
Un centenar de jóvenes, de entre 20 y 35 años de edad, fueron trasladados este viernes desde la Nave del Queso hasta el Centro de Acogida Humanitaria de El Matorral, gestionado por Cruz Roja. Se espera que en las próximas semanas se vaya produciendo el traslado del resto de migrantes a esta infraestructura que, según indicó, “se va a rehabilitar en abril”.
El pastor puso el acento en que los inmigrantes que están viniendo a Fuerteventura son pacíficos. Proceden de países subsaharianos, tienen una cultura familiar muy arraigada, de mucho respeto a la autoridad y a las personas mayores.
“No causan problema de ningún tipo, no quieren complicarse la vida, no tienen perfil de delincuencia, son chicos que vienen con objetivos muy concretos. Que tienen familias detrás con muchas expectativas. La mayoría son deportistas natos y les gusta el fútbol”, desveló, aunque también disfrutan jugando a las damas, al dominó y con el móvil. No se separan de sus dispositivos porque es la vía de contacto con sus familias “y en África es más fácil conseguir un móvil que un plato de comida”, insistió.
En el Centro de Atención, Emergencia y Derivación, donde la Misión Cristiana Moderna atiende a unos 150 inmigrantes, se les mantiene ocupados. Reciben clases durante la mañana de temas relacionados con la mujer, la cultura europea, las leyes, la mutilación genital femenina y también normas de comportamiento. “Ellos quieren pasar desapercibidos entre la población, con naturalidad y normalidad, y para eso necesitan aprender cierta cultura nuestra”, apuntó.
“El engaño de Europa”
Lo que está saliendo de África es el futuro de África, advirtió el pastor. Son jóvenes que proceden de familias de clase media que persiguen mejorar sus expectativas de vida y, también, asegurarse unos ingresos que reviertan en los suyos.
Dirigen los ahorros de muchos años para cumplir un sueño que casi nunca se hace realidad. Algunas veces porque no llegan a su destino, perdidos en las profundidades del mar. Otras, porque las luces de Europa no brillan para ellos. De hecho, más del 90% de los migrantes se encuentra en situación de marginalidad.
Poco se conoce de las historias de personas que tras muchos años de periplo por distintos países europeos piden ser repatriados a sus países de origen y dicen no creer ya más “en el engaño de Europa”.
La realidad es que fluye en sentido contrario gran cantidad de información, propiciada por los propios migrantes que no reconocen vivir situaciones de angustia, miedo y precariedad. Visibilizan únicamente una imagen de “triunfo” para esconder una experiencia mucho menos atractiva.
El problema es que este proceder alimenta el efecto llamada. Es un fluir constante de información que el Estado no tiene en cuenta, apunta el pastor. A su juicio, el Gobierno “debería hacer algo para que en los recursos informativos de esos países se muestre la realidad”, concluyó.