Miles de fieles peregrinan a la Virgen de La Peña: devoción, tradición y respeto al medioambiente

Ofrenda a la Virgen de La Peña

Feliz Día de La Peña

Todos los caminos conducen estos días a la Vega de Río Palmas que se convierte en el epicentro de la fe y la tradición en Fuerteventura con motivo de la celebración del Día de la Virgen de La Peña, patrona de la isla, que se conmemora cada tercer sábado de septiembre.

Miles de peregrinos, llegados desde todos los puntos de la geografía insular, se acercan para rendir homenaje a la virgen de alabastro, venerada desde hace siglos.

El recorrido a pie está marcado por el buen estado de los caminos, perfectamente acondicionados y señalizados, y la apuesta por la sostenibilidad. De esta manera se facilita el tránsito de miles de personas que, a su ritmo, en solitario o en compañía, disfrutan del trayecto. 

De camino a La Vega

La sensibilización y la promoción de la conciencia medioambiental están muy presentes como se constata en la colaboración activa de los participantes para mantener el entorno libre de basura.

Una vez en La Vega, la tradicional ofrenda dio colorido y emoción a esta jornada festiva con romeros y carretas portando viandas y productos típicos de la tierra que se fueron depositando entre bailes y sonrisas, a los pies de la virgen en la plaza de la Iglesia. 

Los romeros llegan a la plaza de la Iglesia

La parte religiosa también  brilló con fuerza. Miles de personas acudieron a la iglesia para participar en las misas y venerar a la Virgen, en un ambiente cargado de emotividad.

El cierre del día estuvo marcado por la alegría y el folclore. El baile y la música tradicional canaria llenaron el ambiente, acompañados por los fuegos artificiales que iluminaron la noche.

El buen funcionamiento del servicio de guaguas también fue un punto clave del éxito de la jornada. La agilidad y la organización del transporte público permitieron evitar largas colas, con una excelente disposición de los empleados, que facilitaron el flujo de pasajeros sin complicaciones.

La música, siempre acompañando

Así, la Romería a la Virgen de La Peña volvió a demostrar que tradición, fe y respeto por el entorno pueden convivir en perfecta armonía. Una celebración donde la devoción y el cuidado por el medio ambiente caminaron de la mano.