No habrá acampada permitida esta Semana Santa
Continúa en vigor el acuerdo promovido por el Gobierno de Canarias, el pasado mes de junio, relativo a las medidas anti Covid que señala, en el artículo 3.24, que no se permiten las acampadas salvo en los espacios habilitados a esta actividad. Puesto que no existen zonas de este tipo en la Isla, la Asociación Campista de Fuerteventura (ACF) está manteniendo encuentros con los distintos ayuntamientos majoreros con el objetivo puesto en que, “de forma temporal, habiliten zonas de acampada para los días de Semana Santa”.
Así lo expusieron en una entrevista este miércoles, en Fuerteventura FM, el presidente del colectivo, Víctor Saavedra, y la tesorera, Mame Alejandro.
La labor, sin embargo, no está obteniendo los resultados esperados porque los ayuntamientos coinciden en la necesidad de regular la actividad pero quieren hacerlo a través de la modificación del Plan Insular de Ordenación de Fuerteventura. Un trámite que se podría dilatar muchísimo en el tiempo.
Así las cosas, Saavedra y Alejandro reconocen que es muy complicado obtener permisos para poder practicar la acampada esta Semana Santa. Por ello, alertan a las autoridades de que “la gente va a salir” y de que se pueden llegar a colapsar las playas a falta de otras alternativas.
Con el reloj en contra, la ACF centra sus esfuerzos en poder obtener permisos de cara a la época estival.
En este punto, y a título personal, Saavedra aseguró que confía en quien se convertirá, previsiblemente, en próximo presidente del Cabildo de Fuerteventura, Sergio Lloret, que ha mostrado ser sensible al colectivo. “Tengo mucha fe en Lloret”, insistió, y en que un cambio de gobierno ayude a llegar a acuerdos con los campistas.
Al Cotillo, no
Los representantes de al ACF denuncian “una campaña de acoso y derribo” por parte del Ayuntamiento de La Oliva. “Nos sentimos un poco como delincuentes”, apuntan, cuando “ los que somos realmente campistas cuidamos mucho de nuestro entorno”.
En este sentido alertan de que “hay mucha gente que está diciendo: no vayan al Cotillo” y opten por otros municipios menos beligerantes con la actividad.
Ni Saavedra ni Alejandro defienden este tipo de propuestas, conscientes de que se precisa llegar a acuerdos que permitan que “la acampada tradicional, regulada, siga”.
Además, saben que, en esta época de crisis también económica, los comerciantes y el sector de hostelería de esta localidad norteña se resentiría notablemente.
Es, precisamente uno de los principales argumentos que defiende la ACF, la capacidad de generar economía de una actividad que está sufriendo un incremento. “Cada vez son más”, insiste Alejandro, las personas que con caravanas, autocaravanas, vehículos vivienda o casetas se sienten atraídas por el disfrute al aire libre, dando valor al entorno y a la naturaleza, “con el máximo respeto y cuidado, concluyen.
La asociación, integrada por un centenar de socios, ha contratado los servicios de un equipo de abogados que se encarga de presentar alegaciones a la normativa reguladora que están elaborando los Ayuntamientos.