Eduardo Blasco: “Canarias es la Lampedusa española”
La Ong de rescate logró en tres misiones, realizadas entre el 8 y el 22 de agosto, salvar 196 vidas en el mar. Son personas procedentes de distintos puntos del planeta como Bangladesh, Siria o Libia, con diferente nivel cultural que buscan un futuro mejor por muy distintos motivos.
“El terror que se está generando en el Mediterráneo no distingue de colores de piel ni de culturas”, recalcó Blasco en una entrevista en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, donde hizo especial hincapié en que cada historia es única, cada vida distinta, “no se puede generalizar, es uno de los errores que cometemos cuando hablamos de inmigración”.
Una inmigración que, criticó, “se está regulando mal y está suponiendo la pérdida de muchas vidas en el mar”. En este punto Blasco recuerda las estrategias del gobierno de Georgia Meloni para dificultar la tarea de este tipo de ongs, “a las que en alguna ocasión ha dicho que va a declarar la guerra”, destacó Blasco.
Tras el primer rescate, y cumpliendo con la regulación italiana, el Open Arms se dirigía al puerto indicado por las autoridades. El muelle de Marina Carrara se encontraba a cuatro días de navegación, “con el desgaste que supone la lejanía para los tripulantes y también para todas las personas rescatadas”.
Una distancia suficiente para encontrarse con una segunda embarcación y, después, con una tercera. Atendiendo a las leyes de derecho marítimo internacional y al Convenio internacional sobre búsqueda y salvamento marítimos, conocido como SAR, los rescatadores del Open Arms cumplieron con su cometido y lograron rescatar de las garras del mar a un total de 196 personas.
Multas en dinero y vidas
Una gesta que el gobierno de Meloni “premio” activando el protocolo de secuestro del barco, durante veinte días, e imponiendo una sanción económica de 10.000 euros. Lo que más duele no es la multa, reconoció Blasco, sino la inactividad del barco durante 20 días. Así, “hay una multa de dinero y una multa que se paga con vidas humanas”, criticó con dureza.
Blasco lamenta la situación de Lampedusa, con miles de personas hacinadas, el gobierno italiano pidiendo ayuda y una Unión Europea que no está sabiendo dar respuesta.
Para el nadador es fácil establecer el símil con la situación de la migración en el archipiélago y no duda en aseverar que Canarias “es la Lampedusa española”. Un territorio que está lejos, donde las personas migrantes “no molestan” y donde no hay recursos suficientes para atender a los rescatados en condiciones dignas.
Por eso, insiste en la necesidad de promover políticas migratorias dirigidas a una mejor gestión de las personas “que no van a dejar de venir” y de dotar a los puntos de llegada de migrantes, como el archipiélago, de los recursos necesarios para una atención digna.
Vuelta a la competición y en un futuro...a la política de nuevo?
En la entrevista, Eduardo Blasco mostró su pasión por la política y, en especial, su predilección no solo por el rescate sino también por los ámbitos de la Educación y la Sanidad en Fuerteventura.
Por eso, no descarta en un futuro participar en la política activa a pesar de haber concurrido en los pasados comicios, en las listas de AMF, sin éxito.
En lo deportivo, Blasco confía en seguir sumando medallas a su amplio palmarés cosechando triunfos que le permitan disputar campeonatos a nivel internacional en distintas modalidades de natación que, sin duda, servirán también para mejorar sus condiciones a la hora de ganar la competición más importante: salvar vidas en el mar.