La joven Juliet podrá cumplir su sueño: ver a sus hijos
Yenifer Osorio, la hermana de la joven Juliet -ingresada en el Hospital General de Fuerteventura con un cáncer de útero con metástasis-, agradece a la ciudadanía de Fuerteventura la ayuda recibida para comprar los billetes de avión que permitirán a sus sobrinos Matías y Gabriela, 10 y 12 años respectivamente, volar desde Colombia para estar con su madre en estos difíciles momentos.
Hace varias semanas que Yenifer Osorio lanzó una solicitud a través de la plataforma de crowdfunding (En este enlace: https://www.gofundme.com/f/ayudemos-a-carla-a-reencontrarse-con-sus-pequenos ) con el fin de recabar fondos para comprar billetes de avión para su madre y sus sobrinos Matías y Gabriela.
También pidió ayuda en el programa La Voz de Fuerteventura, en Radio Insular, y este jueves ha querido agradecer la respuesta. Más de 120 donantes han entregado 3.800 euros. Con este dinero, se han comprado los pasajes de Colombia a Madrid y se prevé que Matías y Gabriela puedan ver pronto a su madre, Juliet.
Saben que está enferma, padece cáncer de útero con metástasis, y permanece ingresada en el Hospital General de Fuerteventura. Los médicos han dicho que ya no pueden hacer nada pero mientras Juliet no pierda la sonrisa, Yenifer no pierde la esperanza.
Sabe que para su hermana, tener cerca a los pequeños puede ser un revulsivo , y en ello pone toda su energía.
Comprados los billetes....hasta Madrid y sin vivienda
La llegada de los pequeños, que viajarán con su abuela, está prevista para el 29 de octubre.
Todavía faltan por comprar los billetes de Madrid a Fuerteventura y algo de dinero para facilitar la estancia. Yenifer pone en valor “la buena gente de la Isla que nos ha ayudado tanto” y confía en poder alcanzar la cifra de 5.000 euros que estima, puedan hacer falta.
Pero el dinero no es el único escollo. Tampoco tiene vivienda ya que ella dejó todo en Alicante, donde trabajaba y residía, para atender a su hermana enferma en el Hospital. Allí permanece junto a ella hasta ver cómo van las cosas.
El cansancio va haciendo mella en su rostro pero sabe que no puede desfallecer. Ahora se centra en la búsqueda de un piso para cuando lleguen los pequeños con la abuela.
Lo que parecía sencillo, le está resultando muy complicado. Creyente y con mucha fe, no esconde la situación que está viviendo la familia y confía en que alguna persona pueda empatizar y, quizás, ayudar.